Un círculo imperfecto © | Historia original

CAPÍTULO 1

CAPÍTULO 1

AGONÍA

Caminaba por un espacio infinito blanca, y mirara donde mirara no tenía ni principio ni fin, la luz que había era de un tono frío, y la temperatura muy gélida. Acaricié mis brazos desnudos para intentar protegerme del ambiente. Miré mi cuerpo y veo que estoy desnuda, observé mis manos y noté que estaban muy huesudas. Fruncí el ceño y miré hacia delante.

¿Dónde estoy?

Escuché un ruido fuerte que hizo que saltara del susto. Miré la dirección de donde procedía tal estruendo y esforcé mi vista para ver que era, o más bien, quien era. Tragué saliva y me tapé los pechos y mi sexo con rapidez. Noté como la figura se acercaba a mí, estrujé mis ojos aún más y observé como la figura extraña se aproximaba con una velocidad atónita. Mi corazón empezó a galopar como si se tratara de una carrera de caballos.

Asustada, empecé a retroceder mis pasos lentamente en estado de shock. ¿Qué era eso? Cada vez que se acercaba más a mí la figura se hacía aún más grande. Me giré por completo y eché a correr como si la vida se me fuera en ello, porque si, la vida se me iba en ello realmente. Mi cabeza solo pensaba y se cuestionaba "¿¡Qué era eso?!" mientras corría desnuda sin parar. Miré por encima de mi hombro y mi alma se salió de mi boca al ver sus piernas delgadas como unas ramitas a menos de 2 centímetros detrás de mí, di dos pasos hacia atrás y recorrí todo su cuerpo, pausada por el miedo que tenía. Medía como dos metros y medio y al llegar mi vista a su cara veo a un hombre sin rostro, su semblante era toda lisa y negra como la noche. No tenía ropa, tampoco aparato reproductor. Un escalofrió recorrió toda mi espina dorsal. Mis ojos empezaron a escocer y lágrimas empezaron a caer por mis frías mejillas. La figura extraña se queda quieta a escasos centímetros de mí. Cerré los ojos apretándolos todo lo que podía, esperando que todo esto solo sea producto de mi imaginación. Pero entonces, de la nada, empezó a gritar desquiciado, con una voz gutural y muy estrepitosa, demasiados decibelios para un ser humano cualquiera, ni en el vacío se dejaría de escuchar. Caí al suelo tan rápido como la gravedad me lo permitió. Desesperada por el estridente grito coloqué mis manos en mis orejas e hice presión para no escucharlo y grité aterrada por la situación, mi llanto se ahogaba en mi garganta sin dejarme respirar correctamente. Notaba como mis tímpanos explotaban y mis manos se empapaban de líquido caliente, que seguramente era sangre.

No siento dolor por la adrenalina que hay en mi sistema, y eso lo agradecía. De un momento a otro, el ruido cesó tan rápido como comenzó. Abrí un ojo teniendo la esperanza de que se haya ido, y no, esa cosa seguía ahí. Mi corazón dejó de latir al descubrir que esa cosa estaba tumbada junto a mí, con su cara a escasas pulgadas de mí. Mi grito se atoró en mi garganta como la respiración. Se empezó a escuchar su risa estrepitosa. Levantó su cabeza y me dio tal cabezazo que pude sentir como mi cerebro pudo haberse chocado con mi cráneo y rebotado varias veces. Sentí como mi cabeza se iba abriendo poco a poco y la sangre caía por el suelo haciendo un gran charco de sangre. Me dio otro cabezazo y otro, otro, otro y de repente, siento como empiezo a caer con celeridad empapada de un líquido, es agua, caí del cielo. Miro a mi lado y ya no hay nadie, por un momento sentí alivio, pero mi cuerpo empieza a girar y veo montañas, iba a caer al suelo y moriría del golpe. Hacía frio, el viento y el agua no es la mejor combinación. El aire me hacía hasta daño de lo veloz que iba. Quedaban menos de 30 metros para chocar con el suelo.

No puedo cerrar los ojos, vería como me mataría, no quiero tener los ojos abiertos, pero la presión del aire no me dejaba ni respirar. 10 metros, 5 metros, 3 metros, 2 metros, 1 metros.

No quiero morir...

Abro los ojos de golpe y me quedé inmutada. No quiero mirar a los lados, no lo hagas, eso estará ahí. Se empezó a escuchar un pitido escandaloso en mis oídos. No, otra vez no por favor. No quiero que la misma pesadilla se repita.