10 de octubre del 2016
Mis compañeros de clase me molestaban mucho desde que era pequeña, nunca llegue a simpatizar con ellos, la verdad a ese punto de mi vida yo sabía a lo que me enfrentaba y para alguien de catorce años es algo que debería importarle ya que entra a una etapa de su vida donde quiere formar parte de un grupo y sentirse querido y aceptado por una sociedad que aun que no lo veamos lo demanda y si te ven solo te preguntan y te hacen el socializar con todos, es cierto que es una parte de vitalidad de un ser humano pero para mi no es como que el estar sola me afecte.
Llego a mi casa después de un simple día normal en el colegio mis padres como siempre discutiendo de cualquier cosa, hasta mi madre le gritaba a mi padre de que por que no tenía amigos y por que no podía ser como los hijos de sus amigos, mi padre solo se enfocaba en su empleo y en hacer más y más dinero, aun que siendo un tacaño con nosotros, vamos, que si tu ves en la cuenta de tu padre más de quinientos mil euros que con cada día se siguen acumulando, claro que quieres gastarlos en ropa lujosa y artículos de valor para imponer tu clase sobre otros, yo digo que bueno, sera usado para mis estudios universitarios en la mejor escuela de Burdeos o si es que se quiere ver aun más interesado en mi en París, pero vamos que eso ni en mil años sera así, la verdad yo por mucho tiempo no tuve ni idea de en que convertirme, que quería ser de mi vida, tenía claro que no quería ser ama de casa en donde esperaba a mi marido con un bebé de 6 meses amamantando y sirviendo dos copas de vino, pasaba mis noches en vela después de tomar mi medicación mirando para mi calle y veía a mis vecinos, yo armaba mis propias historias sobre ellos, si eran casados y eran la pareja perfecta o sucedían cosas interesantes.
He de confesar que su hija que tenían siempre se me ha hecho interesante, tenía cara de Sophie o Jolie, sin duda algún nombre dulce, se me hacía la típica niña perfecta querida por sus padres que era una de las mejores en su colegio y quería ser amiga de todo el mundo y claro, si veía a alguien triste y solo como yo querría brindarle de su ayuda. Hubo varias veces en donde me la topaba en la parada del autobús, la cosa era que íbamos en colegios distintos y eso de cierta forma me aliviaba pero también me desconcertaba. Una vez estaba llegando a mi casa y ella iba paseando a su perro, que claro, se veía la cosa más linda y bien entrenada, si no me equivoco era un pomerano, como los de la reina Elizabeth. El caso era de que yo estaba caminado y como siempre estaba pensando en mis mil demonios de la cabeza y por un descuido chocamos hombro con hombro y ella con una voz un tanto dulce me hablo.- Lo siento no me he fijado por donde iba y te pegue, ¿estas bien?.- Me quede perpleja y claro que quería contestarle pero sentí como si me hubieran cortado la lengua y decidí irme sin mirar atrás. Unos pasos más y seguía sintiendo esa mirada de esos ojos verdes.
En pocos días era mi cumpleaños y de las pocas veces que mis padres no estaban discutiendo en la hora de la comida mi madre se me quedo viendo, levantaba de vez en cuando la mirada para ver si me seguía viendo y lo hacía lo cual me empezaba a mosquear un poco.- ¿Qué pasa mamá?.- Le pregunte con un tono un tanto de enojo por lo que estaba haciendo.- ¿A caso no me vas a preguntarme a mi o a tu padre que es lo que quieres de cumpleaños?.- No es como que no quisiera algo simplemente no encuentro ya la forma de hablar con ellos, que claro, el pensar en decirles que quería de cumpleaños la idea como venía se iba. Poco escéptica antes de contestar o decir la primera cosa de mi cabeza hice una pequeña reflexión de alguna cosa que podría ser buena de regalo que no demuestre que quería sacar provecho de la situación pero si algo que atesore mucho.
La verdad siempre desde pequeña ( o eso creo ) he tenido un gusto por las artes, mis primeras crayolas llegaban a tener más valor que las muñecas que me daban, siempre pintarrajeaba todo pedazo blanco que veía y lo llenaba de cualquier garabato que se me venía a la cabeza, lo que veía o sentía lo dibujaba. Eso es algo que no ha cambiado a día de hoy, me gusta sentarme en el medio de mi camión escolar para visualizar el exterior, siempre pasamos por un pequeño campo y los suburbios con cientos de edificios con garabatos y usualmente la misma gente que va a su trabajo de oficina, pero antes pasar por un café y su pan respectivo. La cosa es que ya me estaba quedando sin hojas y mis lapices siempre quedaban muy pequeños por tanto usarse a demás que las plumas son muy buenas para el line art o simplemente también dibujar con ellos. El año pasado Apple sacó una actualización del ipad y ahora tenía su respectivo lápiz para poder dibujar en el así que dije, más espacio en el cual dibujar cualquier cosa, menos gasto y portátil, creo que suena como una buena idea.
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MURAL
Mystery / ThrillerUna artísta empedernída por su trabajo, recien graduada de la escuela de arte donde galeristas aprecian su trabajo y es vendido por miles de euros, pero ¿De verdad ella vive lo que todos creen? Un exnovio que la atormenta, una familia abandonada a l...