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Eran precisamente las 6:00 de la tarde, hora donde el cielo comenzaba a teñirse de un tenue color anaranjado y pasaba a uno azul oscuro, cosa que fascinaba a Seungmin.

Era de las personas que se preguntaban cualquier cosa constantemente, como;¿Por qué los atardecer eran exactamente a esa hora? ¿Cómo el cielo cambiaba en cuestión de segundos su color por otro completamente opuesto? O ¿Por qué el sol no se ocultaba del otro lado?

Obviamente todas esas preguntas tenían una respuesta, mas al castaño le gustaba contradecir a la ciencia, para su punto de vista, el creía que todo era una especie de mentira o simulación y que él sería la primera persona en notarlo, por lo que por la más mínima cosa que se le pasara enfrente, tendría dudas y eso sería uno de los causantes de que pensara mucho.

Como ahora mismo.

—Hey, Seungmin. —el nombrado saltó levemente al escuchar su nombre en un tono más alto de lo normal. —¿Estás bien? Llevas minutos así.

—Sí, no te preocupes. —sonrió dulcemente, recibiendo uno de los, según él, refinados vasos de Starbucks que le gustaban tanto. —Gracias.

—A veces me asustas, deberías dejar de ver tantas películas de ciencia ficción.

—¿No te parece increíble? —habló mirando hacía el cielo.

—¿Qué cosa? ¿Hay un avión? —interrogó Hyunjin mientras elevaba la mirada hacía donde lo hacía el menor en busca de lo mencionado mas recibió un golpe en el pecho. —Auch

—No tonto, el cielo.

—¿Qué tiene? —acarició su brazo de forma exagerada, Seungmin solo le había dado un pequeño golpe.

—Está cambiando a anajaranjado.

—¿Minnie acaso nunca sales de casa o...? ¡Ya! ¡Ya! ¡No me golpees! —se quejó el más alto.

—A lo que iba, ese color me da... una especie de paz. —sonrió mientras miraba sus propia sombra reflejarse en el suelo. —No lo sé, el anarajado me hace sentir tranquilidad, felicidad, paz.

—¿Seguro qué te da tranquilidad? —Hwang miró al menor con una mueca mientras sobaba su brazo con ayuda de su mano izquierda. —Porque para mí te pone agresivo.

—No soy agresivo, tú eres el rey del drama, te di un pequeño golpe.

—¿Perdón? No soy Jisung.

—Él es chismoso.

—No, ahora ese puesto lo tiene Jeongin. —rió levemente, Hyunjin.

—Hablando de él. —al escuchar esas palabras la mirada del mayor se dirigió hacia sus zapatillas. —¿Viste lo qué pasó hoy?

—¿A qué te refieres?

—Se preocupo por mí. —en sus pequeños labios se formó una linda y peculiar sonrisa que el contrario conocía perfectamente, solía aparecer cuando hablaban del más jóven.

—Oh, sí, él suele ser así con los demás. —sus intentos de no parecer incómodo no daban resultados. —Es muy... como decirlo... atento.

Ambos pudieron notar en su caminata que en el suelo se reflejaba el color anaranjado más resplandeciente que nunca, aquello ocasionó que el ambiente sea un poco más cómodo para el menor, haciendo que este hable mediante murmuraciones y de todas maneras ambos se entendiesen.

—¿Sabe algo, hyung? He estado pensado mucho en usted.

Aquel comentario atrajo la atención de Hwang.

No me gusta, hyung || HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora