Con la cara pálida, en medio del tumulto de gente. La música a todo volumen y las manos levantadas.
Con los ojos de parpado abierto y las pupilas en dilatación siguiendo el ritmo de las masas, las piernas a punto del colapso, la sensación de debilidad en todo el cuerpo. Y esa peculiar gota de agonía que suspira por un poco de aire limpio, el humo en los estrobos, las luces a fulmina de escarlata y los pensamientos alborotados de una febril y multitudinaria masa que en descontrol titubeante arremetía en febril demencia contra el piso de concreto pulimentado de la pista de baile.
El humo por doquier y los gritos de la multitud ahogar el remanso de paz para un grito desgarrador de entre el tornamesa para después pronunciar un silencio interminable mientras el micrófono caía del escenario hacia la multitud enardecida, en ese momento todos pensaron que era parte del espectáculo. Minutos después los asistentes corrieron al escenario, en donde el vocalista del grupo musical agonizaba con los labios amoratados por el esfuerzo para respirar y las manos engarruñadas por el dolor que como reacción en cadena hacia que todo su cuerpo se desvaneciera en un letargo adormecedor y palpitante arrítmico que oscilaba entre sentido vital y la muerte inexorable de su ser.
Ante la multitud atónita y en diletante silencio de murmullos entre cortados entro el equipo de salvamento, con un pequeño desfibrilador manual, desabotonando el traje complicado y teatral del cantante, comenzaron a suministrar el RCP de resucitación. Administrándole varias descargas en el pecho para conseguir que su débil latido palpitara por última vez en la ambulancia ya rumbo al hospital de Central parck en Madison ave. New York.
La presión, el agotamiento y las drogas prescritas hicieron su efecto. Después de tres horas y quince minutos con treinta idos segundos lograron estabilizar su corazón, Tan sólo para darle noticia a los amigos del cantante y al manager que tendrían que someterlo a una cirugía de corazón abierto. La noche tediosa y larga en la sala de espera que no distingue clase social o posición de fama y fortuna cobro su próxima victima en el holocausto del rock y el candor de los fanáticos que afuera del hospital aun coreaban sus canciones.
Así en mitin masivo por las calles, el descontrol se apodero de las calles, con tablones de manifestaciones reaccionarias y canciones a todo pulmón las calles se colmaron de manifestantes y estudiantes de las universidades aledañas que protestaron por la muerte del cantante, propiciando así el cese de toda actividad a dos cuadras a la redonda, dados los disturbios suspendiendo los servicios y llenándose las calles de militares y policías armados que intentaban con balas de goma y dispersores de agua y gas contener a la multitud que se amotinaba con pancartas de protesta contra el gobierno de Donald Trump.
Así termino su gobierno entre la muerte de un cantante, el concierto de una suspensión masiva y las manifestaciones de miles de personas que en coro protestaba contra el gobierno racista y las leyes migratorias del gobierno en una noche alocada en el Central Park de New York. A lo que el doctor que expidió el certificado comento a los medios. " A veces es difícil detener la reacción en cadena ¿Que alguien pudiera causar con su muerte? Lo cierto es, que a veces es difícil des fibrilar a una sociedad sedienta de justicia."
