No hay edad para el amor. (Completa)

capítulo 18

Mi madre lo sabía.
Sabía de mí y de Tomás en aquel estúpido y humillante vídeo. No sabía qué hacer, qué pensar ni qué decirle. Así que al saludarla sólo bajé la cabeza e hice lo que todos hacemos en frente de una madre con un problema como el mío.
Me derrumbe, sentí que había tocado fondo y sólo necesitaba llorar y que mi madre me abrazara para sentir que al menos algo estaba bien en mi vida. 
Me abrazó y juntó todas las partes rotas que venía arrastrando desde hacía dos años.

Nos distanciamos por cuestiones de la vida y de distancia física, pero fundidas en ese abrazo olvidamos todo lo que había pasado entre nosotras y simplemente me sentí bien y en casa, por primera vez en mucho tiempo.

Cuando nos libramos del abrazo le dije entre lágrimas.

- Perdón mamá, no sé que pasó. Aun no logro averiguarlo.

- No te agobies hija, todo va a estar bien.

- Lo dudo, siento que todo está mal. Y que no hay manera de repararlo.

Ella fue demasiado comprensiva.

Entonces le conté todo y dijo

- Los chicos menores traen problemas.

A lo que respondí
- Sólo son unos años de diferencia

- Aún así, están en etapas diferentes de la vida. Tu estás en la Universidad y él en el Instituto. Eso ya es algo.

- Cuando estamos juntos no se siente esa diferencia.

- Pero existe.

- Lo sé.
Y suspire soltando todo el aire que traía dentro. Aire y demas problemas.

Luego de un repentino silencio mi madre me preguntó

- ¿Ya sabes quién difundió el vídeo?
Siempre cuidando su tono porque sabía que todavía estaba susceptible con el asunto.

- No lo sé.

Dije, porque era cierto. Tenía mis dudas pero sólo eso. Me importaba más el porqué, no el quién. Hasta que mi madre dijo lo siguiente.

- ¿Fue él?

- Tal vez si.

Dije, pensando en voz alta. Afirmando algo que aún no tenía claro. Pero iba a descubrirlo muy pronto.

Antes de irme abrace a mi madre y me fui, al menos algo estaba bien en mi vida y eso ya era mucho.