Estoy hasta los putos cojones de sentir esta sensación de vértigo constante por agentes externos a mí. Porque que tú seas incapaz de cumplir lo que prometes o de no destruir ilusiones me afecta, por mucho que digan que no tiene que hacerlo. Porque en el fondo una pequeña parte de mi sigue esperando a que alguien cumpla lo que promete y no haga añicos mis esperanzas y las tire al vertedero. Porque la que acaba llorando soy yo. La que acaba mal, soy yo. La que siente ganas de vomitar todas esas promesas vacías sigo siendo yo y seguiré siéndolo.