In The Heat Of The Morning ~3Racha

No man loved like I loved you

¿Estaba mal quererlos a los dos?

Changbin tenía enfrente a, posiblemente, los únicos dos hombres que deseaba en su vida y lo único que atinaba a decir cada vez que los reunía en su habitación era

"Bésalo."

Chris obedeció pero a su propio ritmo.

Alzó delicadamente la barbilla de Peter usando solamente sus dedos índice y medio.

Eso era precisamente lo que más amaba Changbin del par sobre su cama, la naturalidad con que hacían todo.

Chris no estaba tomándose su tiempo para lucir ridículamente seductor o para montar un espectáculo que entretuviera a Seo, se tomó su tiempo porque esa mirada de apreciación infinita existía únicamente para Peter, y eso a Changbin le parecía lo más hermoso en el mundo.

Porque no se trataba de un trabajo más, sino de placer puro. Porque para Chris, el placer absoluto era tener a Peter entre sus brazos; y para Peter lo era el estar entre los brazos de Chris.

Le parecía preciosa la manera en que el rubio acariciaba el mentón del menor, porque lo hacía con admiración, cariño puro y deseo absoluto. Nada estaba fingido ahí, ni los suaves gimoteos que escapaban de la boca de Peter cuando Chris conectó sus labios, ni los temblores que recorrían su cuerpo solo por sentir la manera en que el rubio se aferraba quizá demasiado fuerte a sus diminutas caderas.

La curiosidad invadía a Changbin cada noche cuando los ojos usualmente seductores de Peter, se perdían entre el delineador corrido y se escondían tras sus párpados justo cuando la boca de Chris alcanzaba ese preciso lugar debajo de su costilla, o el espacio entre sus clavículas, y ni hablar de cuando sus dientes raspaban sutilmente los prominentes huesos de sus caderas.

Peter y Chris eran simple y sencillamente perfectos.

Hacían que la palabra sexo tomara un significado completamente nuevo, porque tampoco podía entrar en 'hacer el amor'. Ellos hacían arte.

Porque no habían palabras que pudieran calificar el sonrojo que cubría el rostro de Peter cada que Chris deslizaba un par de dedos en su interior, o la manera en que el entrecejo de Chris se fruncía por la forma en que la concentración lo invadía para no hacerle daño jamás al castaño bajo su cuerpo, porque nunca podría perdonarse a si mismo si le lastimara un solo cabello al muchacho de preciosas mejillas abultadas.

Y lo que las palabras jamás lograrían describir con justicia, era la insultante belleza de ambos cuerpos al estar fusionados cuando Chris finalmente se deslizaba dentro del delgado y frágil cuerpo de Peter. No existía una palabra que enserio englobara esa belleza en lo más mínimo, porque nadie lograría entender jamás que las respiraciones agitadas resultaban ser una sinfonía mucho más seductora que los simples gemidos fuertes y descontrolados; que las embestidas lentas y profundas de Chris lograban hacer que la mirada de Peter se desorbitara por mucho más tiempo que el ritmo rápido e implacable de una montura; que la delicadeza con que las manos de Chris se aferraban al rostro de Peter contrastaba de manera preciosa con la fuerza desmedida con que las piernas y manos del pequeño castaño se aferraban a la cadera y espalda de Chris respectivamente.

Porque eso eran: Peter y Chris, Chris y Peter. No podían ir separados porque debían estar siempre juntos, no tendría sentido alejarlos porque tal como la oscuridad y la luz, perderían su significado estando solos.

Changbin los vio por primera vez cuando volvía a casa de una fiesta, y pasaba por la zona de tolerancia del distrito Hongdae.

Estaban recargados contra una pared en una esquina sobre la avenida principal.