No confies en los fantasmas || Luke Hemmings

Capitulo 21

-- ¿Le dejamos ahí hasta que despierte o...? -- pregunté no muy segura.

Luke me miró arqueando una ceja. -- ¿Segura de que quieres a tu hermano? Le has dado una buena torta en la cabeza, no creas que no lo he visto, dices de dejarlo ahi tirado... -- enumeró con sus dedos, con una sonrisa que no podía camuflar.

-- ¡Cállate, idiota! -- grité, dándole un empujón sin importarme que estuviera mareado hasta hace nada. Sabía que lo decía de broma, pero me había hecho sentir mucho peor, entre otras cosas, porque era verdad lo que decía. -- ¡Lo decía porque estar en el sofá en parecido a estar en la cama! Además, esto es tu culpa, si tú no lo hubieras hecho caer de culo así, no le habría tenido que dar una patada.

No importaba lo absurdo que sonara, no era solo culpa mia.

¿A quién iba a engañar? Sí que lo era.

-- Pero nos iba a descubrir con tanta pregunta, -- se excusó, alzando sus manos. -- y además, me estaba poniendo nervioso. Sé que a ti también, así que sólo he mejorado las cosas para los dos. -- dijo echándose el pelo para arriba, que de los movimientos causados por el estrés se le había caido en la frente.

Tenía razón, otra vez, pero no pensaba dejárselo saber. De todos modos, Ashton no se iba a enfadar por una cosa tan leve como esconderle de mi madre. Él habría hecho lo mismo por mí, o quizás no de esa manera tan bruta, pero parecida.

-- Entonces ayúdame a llevarlo a su habitación. -- señalé a mi hermano con la cabeza. Había cambiado rapidamente de tema de una manera disimulada.

Ahora que lo veia así, debía admitir que parecía un completo angelito. Medio insconsciente, con su boca cerrada, sin preguntar nada.

Luke asintió con la cabeza mientras hacía un movimiento para agacharse y cogerle de sus extremidades. Fruncí el ceño mientras lo miraba. Juraría que tiene intención de llevarlo en brazos hasta su habitación, cuando se supone que podría mandarselo o algo así, al menos eso es lo que me ha hecho entender antes, que podría hacer todo lo que Luke le dijera.

¿No se suponía que estaba en trance? Osea, ese era el poder que tenía, ¿no? Si está ahí tumbado es porque Luke no le ha mandado nada.

Al ver que yo no le ayudaba cogiendole de los brazos y seguía mirándole, levantó la mirada. No sabía muy bien qué hacer, ni tampoco qué narices estaba mirando, por lo que seguí en la misma posición.

-- ¿No vas a ayudarme? -- preguntó.

-- ¿Para que iba a ayudarte a mandarle a mi hermano que subiera las escaleras? Además, sabes bien que solo tú puedes darle ordenes. Después de todo tú eres el que le a puesto como está. -- estiré mis brazos para señalar y que viera a qué me refería, que estaba boca arriba en el sofá.

-- ¿Qué? ¿Cómo voy a mandarle a tu hermano que... -- paró a mitad de su propia frase. Se levantó por completo y se lamió los dientes mientras me miraba con la ceja levantada y los labios ligeramente curvados hacia arriba. En ese momento supe que estaba pensando en algo... algo que yo había dicho que me había hecho quedar algo así como una idiota. -- Claro, claro que tú también puedes, ¿por qué no lo intentas? El trance está hecho, más o menos, se necesita menos concentración para ordenarle algo.

-- ¿Yo? -- pregunté mirando a los lados, aunque era obvio que se refería a mí.

-- Sí, tú. -- su media sonrisa era ahora más grande. -- ¿Quieres que te explique cómo lo tienes que hacer exactamente? -- preguntó de una manera que a mí me parecía un poco sospechosa. Algo tramaba.

-- La verdad es que no estaría mal. -- fingí una sonrisa, pero solo porque estaba un poco molesta con lo que tenía en sus pensamientos, y por la idea de que no pudiera saber que era.