¨Los hermanos no dejan que vagues solo en la oscuridad¨
Jolene Perry
- ... Y así Señor como multiplicaste los panes y los peces, multiplica siempre el alimento en nuestro hogar. Amén.- Mi Madre termina la oración y nosotros comenzamos a comer, Louis está callado y desde el día que nos quedamos con sus amigos en la pizzería a pasar el rato no los hemos visto más.
-Está exquisita la comida Andrea. -comenta mi padre llevándose otro bocado de carne a los labios, mientras hace una mueca de placer.
-Gracias mi amor.- sonríe mamá. Los dos están de mejor humor que nunca, lo que me hace pensar que traman algo.
Lou sigue disperso en algún pensamiento, meditando mientras automáticamente se lleva la comida a la boca casi en trance. Tuerzo un gesto sin siquiera notarlo.
Mi padre se aclara la garganta y hace que Louis salga de su mente pestañeando, como si no recordara que estábamos ahí con él.
- Louis- llama mi padre- Tu madre me comentó hace unos día que conociste a una jovencita.- su tono es alegre, casi orgulloso.
Siento como el alma se me sale del cuerpo, había olvidado contarle a Lou sobre lo que le dijimos a mamá.
Mi hermano tuerce un gesto de desconcierto, pero antes de que diga algo me adelanto. - ¡Cierto! ¿Como sigue Mauri? ese día que la acompañaste al hospital mientras sus hermanos y yo nos quedamos en la iglesia me preocupe. Fue bueno verla después cuando la visitamos a su casa, que chica tan divertida- Una sonrisa digna del Joker adorna mi rostro mientras mi hermano pestañea intentando entender de donde acabo de sacar esa locura, pero tan solo le toma unos segundos que una sonrisa igual de falsa adorne su rostro mientras gira hacia nuestros padres.
-Mauri está muy bien, ella... esta bien- una risa extraña bruta torpemente de sus labios.
- Pero cuéntanos hijo ¿Como es ella?- Mi madre parece la persona más feliz del mundo mientras pincha algunos vegetales
- ¿Es bonita?- agrega papá
Louis se sonroja, y mis padres se dan una mirada de complicidad y una sonrisa discreta. Oh Dios.
- Si e...ella es muy linda, y amable. Sabe cocinar muy bien- los ojos de mi hermanos van desde sus manos, a su plato, al mantel y de nuevo a sus manos, mientras su rostro se sonroja cada vez más.
Y lo observo, no puedo evitar sentir ternura por él, ¿Estará enamorado de Mauricio? ¿habrá estado siempre enamorado de él o empieza a sentirlo?... y me doy cuenta, como si alguien me diera un puñetazo fuerte el en rostro: De forma brusca, dolorosa y contundente. En ninguna de las opciones me ha comentado nada al respecto. Es obvio que se siente atraído por el grandulón de Mauricio, pero no me ha contado nada. ¿Pensará que voy a juzgarlo? Algo amargo sube a mi garganta y siento como mi rostro se contrae, por un instante me veo a mi misma del lado de mis padres y me siento asqueada. Lo que me toma desprevenida.
Mi madre ríe alegre y extiende la mano por sobre la mesa - ¿Te gusta?- pregunta cómplice y mi padre lo mira atento.
Louis se espanta y un suspiró fuerte le llena los pulmones y sus ojos se abren grande. Como si admitirlo fuese una sentencia de muerte.
- Yo creo que si le gusta- agrego. Louis gira su rostro a mi dirección y yo intento darle mi mejor sonrrisa de: Todo está bien. - cuando pasamos la tarde con ella y su familia los dos parecían el uno para el otro. Estaban felices juntos.
Mi hermano me mira directo a los ojos, como si intentara descifrar si estoy hablando en serio.
- oh ¿en serio?- papá ríe y nos observa.
- Si papá, ella estaba enseñándole a hacer pizza a Louis y...- volteo hacia mi hermano- ¿Sabes? estoy siendo completamente sincera, si te gusta yo te voy a apoyar. Siempre.- Louis sonríe como alguien que acabara de recibir el regalo más magnífico en la historia.
Y no soy muy consciente de todo el embrollo en que nos hemos metido por unos instantes, esos perfectos segundos en que pareciera que todo marcha como debe ir, todos parecemos felices, todos en la mesa comemos con una sonrisa, hasta que mi padre voltea hacia Louis
-Entonces el próximo domingo nos la presentas hijo- Mi padre le da una palmadita a Lou y los dos nos petrificamos.
Y por un segundo, un breve instante, casi sin siquiera notarlo un pensamiento se desliza maligna y petulantemente por mi mente, restregando su malicia por cada rincón: Se lo merecen por mentirosos. Los van a descubrir.
- P...papá es que aun está enferma. -Louis dice aquello casi aterrado.
- ¿No dijeron que estaba mejor?- papá me observa.
Hablo sin pensar - Si, pero no lo suficiente para salir.- me llevo el vaso de agua a los labios y finjo que saboreo el agua. Mi padre pasa de mi y continua con Louis.
-Bueno, mandale nuestros saludos y esperamos verla pronto en el nombre del Señor- dice sin más, pero mamá en cambio alterna la mirada entre Lou y yo pensativa.
Una vez que terminamos de comer me quedo lavando los trastes. La cocina está en completo silencio. Los azulejos claros hacen más luminoso el lugar, el ruido constante de la nevera se vuelve ruido de fondo y no me hace sentir tan sola. Mientras estoy ahí repaso los últimos días y me doy cuenta que he mentido más de lo que lo he hecho en toda mi vida, alzó la vista a la ventana que da a la calle frente a mi, mientras el agua quita el jabón con olor a limón. Se oyen los grillos y todo está en calma afuera.
¿Podría acaso estar haciendo algo mal? me asalta la duda. Pero pienso en Louis, en su sonrisa y su felicidad.
Lo medito por un rato en silencio. ¿Vale la pena perder el cielo?
Esa pregunta me detiene unos instantes, ¿De verdad vale la pena?
Camino casi en trance hasta nuestro cuarto y al entrar Lou está en mi cama sentado con las manos en las rodillas, sus ojos están brillantes y una sonrisa que no le había visto antes adorna unos temblorosos labios.
-Gracias.- es todo lo que dice, pues su voz se oye apretada y contraída por el llanto que está conteniendo, mientras estira sus brazos así mi, invitándome a un abrazo.
Me acuesto junto a él y lo abrazo... Y siento como la certeza se afianza en mi corazón. Si, claro que si, vale toda la pena.
Hola Angelicales lectores. Se que he desaparecido por un tiempo, lo sé. Pero uno de mis perritos estuvo una semana entera hospitalizado, al fin lo dieron de alta hace unos tres días pero él necesita un montón de cuidados especiales, porque aún es un bebé :( y está en proceso de recuperación. Bueno, a lo que iba, se que he estado desaparecida, pero ya he tomado el rumbo de mi tiempo de nuevo jeje. Gracias por leer esta novela que es muy íntima y especial para mi.
¿Que van pensando de los personajes?
Los leo. Con Amor puro y profano: Angeles
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Sacro y Profano
RomanceLara y Louis son gemelos atados a las inseguridades y privaciones de una familia fuertemente religiosa, han crecido adoctrinados para vivir en una caja mental, asfixiante, diminuta y oscura, sin embargo ciertos acontecimientos los ponen en el camino...