Trébol

19°

Sabía que debían hablar pero en ese momento el tiempo era oro y, una vez que escaseó el aire se detuvieron para tomar aliento y al mirarse, se sonrojaron, parecían unos niños que habían cometido una travesura y sin esperarlo Ash soltó algo que su corazón quería gritar desde hace mucho, algo que llevaba tanto tiempo esperando ser dicho, aquello que aguardaba por volver a salir desde el momento en que él había partido, así que sin más, él dijo:-¡Te amo Gary!-.

El Oak apenas iba a contestar algo cuando de la nada dos chicos y su Meowth aparecieron llevándose aquel magistral e íntimo momento con ello.

-¡Prepárense para los problemas!-.

-Y más vale que teman-.

-Para proteger al mundo de la devastación-.

-Y unir a los pueblos dentro de nuestra nación-.

-Para denunciar los males de la verdad y el....-.

Fueron abruptamente interrumpidos por la potente voz de Misty que les decía:-bola de tontos ¿qué acaso no saben leer el momento?-.

Ante ello la pelirroja se llevó la mano a la boca tratando de callar, pues, se suponía que no debían estar ahí, mientras Brock solo volteaba el rostro rojo de la vergüenza tratando de ocultarse.

Jessie iba a reclamar por haberles arruinado su lema pero al mirar más detenidamente se dió cuenta de la posición en la que estaban aquel par de tortolitos en ese momento, haciendo arder su cara y haciéndola enmudecer a la vez que Meowth exclamaba:-¡ajále jalea!, creo que el bobo se nos volteo-, a lo que James "inocentemente" agregó:-al bobo mayor le gusta el arroz con popote, por eso a la "Miss Kanto" no le hacía nadita de caso-.

Ante toda aquella conmoción Gary enrojeció por completo, no estaba seguro si de rabia, por ser interrumpido o por vergüenza, solo sabía que aquellos sujetos no eran bienvenidos, por ello, sin dudar ni un solo segundo lanzó un ataque:-Umbreon, bola de sombra ¡ahora!-.

Ante aquel grito de batalla James soltó al aire:-¡ya nos llevó la tostada!-, mientras Jessie retrocedía sacando su pokébola y exclamando:-nosotros no vimos nada, no hay que ponernos violentos-, sin embargo la orden ya estaba dada y aquellos intentos de defenderse eran en vano, no hubo tiempo de que la pokébola fuera lanzada, el impacto había caído los suficientemente cerca para hacerlos volar por el aire al impactar en el suelo, haciendo que éstos exclamarán una frase que desconcertó al castaño, pero, que para los demás no era nada extraño:-¡El equipo Rocket ha sido vencido otra vez!-.

Ash seguía en sus pensamientos, aquello no había pasado desapercibido por él, pero no podía importarle menos, sin dudarlo él creía que era un bobo, uno muy grande, ellos tenían razón pero no le molestaba serlo, eso era lo que él era, el bobo más grande de Kanto y a mucha honra; observó detenidamente al chico frente a él que lucía molesto y sonrojado llevando su mano a la mejilla de éste quien veía con malos ojos a los amigos del pelinegro, pues, no debían estar ahí, además de que él mismo no se había percatado de su presencia con anterioridad, frustrándolo, sin embargo, al sentir el roce de la mano de Ash volteó a verle, centrándose solo en él, tragando saliva.

-Ash, aún no es el momento para volver a encontrarnos, no es el tiempo, pero..., mantengo mi palabra, no me rendiré por nada del mundo; justo ahora creo que tengo que irme, debo volver con mis compañeros, dudó que volvamos a hablar aunque te vuelva a ver, no necesitas explicarme nada, no quiero ni necesito saberlo, con las palabras que me dijiste es suficiente para saber que no me mientes y yo, yo también te sigo amando como el primer momento..., por lo pronto, debemos dejar de dar un espectáculo, pero antes...-, con esas últimas palabras lo volvió a besar, que mas daba si ya los habían visto, ya no importaba, aquel sería el último beso hasta volver a reencontrarse de nuevo en mejores condiciones.

Era una despedida prematura, una despedida llena de incógnitas, pero, ambos sabían que eso ocurriría, lo podían sentir, Ash no quería dejarlo pero sabía que debía hacerlo, él era solo un invitado a aquella escuela, estaba ahí de paso y pronto lo irían a buscar, aún más después del show que dieron, pero, no podían culparlo de no querer dejarlo ir, le hacía tanta falta como el día en que se fue.

Las lágrimas volvieron a fluir y Gary se apartó de Ash, no dijo nada, no podía, de nuevo quedaba mudo ante él y sus sentimientos, Ash solo bajo la mirada esperando que él no lo viera, no podía retenerlo, no ahora.

El clima comenzaba a ser más gélido de la nada, sin embargo, no era un frío real, era simplemente un frío que ellos podían sentir ante su inminente partida, el momento mágico había acabado y sus corazones tenían sentimientos encontrados, por un lado, dolor y por el otro, alegría, no podían decidir que era lo que les correspondía.

Miró una vez más a Ash y sin mediar palabra se marchó al lado de Umbreon, no había necesidad de pronunciar nada, todo lo que necesitaban decir se había dicho, solo podían detener todo antes de volver a perderse, para no hundirse en el dolor y la melancolía por su inevitable separación...