Parte 01;

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Jongin suspiró de cansancio luego de terminar de cerrar con mucha dificultad la cremallera de su maleta antes de bajarse de ella junto a Jongdae.

—Pensé que no lo lograríamos, — dijo Jongin riendo pasándose el dorso de su mano por la frente eliminando cualquier rastro de traspiración, empezó a caminar arremangándose el jersey azul que Joonmyeon le había regalado para su cumpleaños. — ¿Luhan?

—En la cocina, supongo que terminándose por fin el pastel de tu fiesta de cumpleaños, — Jongdae dijo haciendo gestos de asco.

Jongin resoplo su flequillo porque ese pastel había estado en la nevera de su refrigerador alrededor de dos meses, Jongin no tenía un diente dulce pero su hyung chino era todo lo contrario, a veces daba miedo la cantidad de dulces que consumía al día.

Jongdae dio un paso adelante para acomodarle otra vez el cabello que caía en su frente.

—Gracias hyung, — Jongin le agradeció.

Jongdae le regalo una dulce sonrisa, el hombre prácticamente era como su padre desde que fue presentando por Joonmyeon en aquella fiesta de bienvenida de año en la universidad, eso había sido hace tres años atrás, y fue una de las mejores cosas que le pudo pasar.

Jongin tomó su mano y lo jalo con él.

—Ven hyung, pidamos algo que comer, usar tanta fuerza me dio hambre.

—Eso es porque te saltaste seguramente de nuevo el almuerzo, — Jongdae lo cuestiono y Jongin hizo el que no lo escucho, de todas maneras en casa de sus padres recuperaría el peso que había perdido todo el semestre, Jongin estaba seguro comería bastante con la supervisión de sus padres. — ¿A qué hora tienes pensado irte? Para que Joonmyeon y yo te acompañemos a la estación...

Jongin soltó la mano de Jongdae y se giró para enfrentarlo tratando de verse sereno e inverosímil, —hyung, tengo veintidós años, por favor deja de tratarme como si tuviera la misma edad cuando me conociste, — se quejó mirando fugazmente como Luhan estaba parado frente al mesón de la cocina con la boca llena de pastel y crema por los bordes de sus labios.

Jongdae en vez de fruncir las cejas como tenía imaginado Jongin, solo estiro sus delgados labios en una sonrisa y despeino su pelo.

—No puedo, — dijo y Jongin prácticamente abrió la boca no pudiendo creerlo, dios, con él y Joonmyeon hyung jamás podría. —Eres como mi pequeña babita que ante mis ojos jamás te harás una mariposa.

— Me echaras a perder, ¿Ni siquiera una oruga? — Jongin frunció los labios.

Jongdae volvió a negar, —ni siquiera una oruga.

—Hyung...

— ¡Hazle caso a tu madre Jongin-ah!, — desde la cocina Luhan gritaba y Jongin giro a su amigo para sacarle la lengua.

—No estas ayudando Luhan, gracias.

— ¡De nada!

Jongin hizo cara de asco cuando al hablar a luhan se le salieron migajas de pastel de la boca.

—De todas maneras, promete que llamaras a Joonmyeon o a mí cuando llegues o, si no, nos mandas un mensaje. Nosotros iremos para la boda.

Jongin asintió sentándose en el sofá de tres cuerpos de la sala y quiso encender el televisor con el control remoto pero por algún extraño motivo termino tumbándolo al suelo, dios, ¿Cómo es que estaba siendo tan torpe últimamente?, más de lo debido, ¿Porque aún no se había mudado de apartamento de sus hyung si sabía que tan insoportable podrían ser? Y, ¿Por qué tenía que agacharse para recoger el control? Estaba tan casando, su vida a esas alturas estaba siendo un desastre.

Otra vez tu. | ChankaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora