—Oye, Jaemin, no se donde estoy y comienza a oscurecer, ya dejen su broma- dijo Mark dejando un mensaje de voz a uno de su grupo de amigos que lo habían abandonado en una calle solitaria.
Agh, Mark estaba enojado.
Se suponía que ese viaje lo pasaría súper divertido, pero a los inútiles de sus amigos se le ocurrió jugarle una pesada broma abandonándolo en ese horrible calle.
—¡Jeno! ¡Vuelvan por mi!- gritaba el pelinegro a su celular sin recibir respuesta obviamente.
Estaba solo, no se percibía ni una sola alma en ese lugar pero claro, era lógico, eran las 2 de la mañana y ¡en Transilvania! ¿Quien en su sano juicio andaría a esa hora en ese lugar? ¡Y soloooo!
Tenían meses planeando ese viaje, Jeno, Jaemin, Renjun, Chenle, Jisung y él. Siempre viajaban a lugares tétricos o con historias espeluznantes desde que cumplieron sus 18 años, ya lo habían dejado solo antes de broma, por que obvio, es súper gracioso abandonar al hyung, pero siempre volvían rápido, esta vez no.
Tenian 15 minutos sin volver y Mark comenzaba a asustarse.
—Chenle, es la última vez, vuelvan por mi, esto ya no es gracioso- ordenaba el chico- Esta muy oscuro aquí, puede pasarme algo.
Nuevamente nadie respondió a sus mensajes.
La calle era larga y hacía frío esa noche, Mark decidió que caminar al hotel sería la mejor opción, aunque adentrarse más a ese oscuro lugar secretamente le aterraba.
El chico comenzó a tararear una animada canción como forma de distracción. Rápidamente Mark soltó una estruendosa carcajada que de seguro hasta sus amigos habían escuchado, se sintió ridiculo por tener miedo, ¿de verdad estaba asustado? Pensaba él.
La mente del chico estaba aterrada pero su cuerpo escogió no demostrarlo.—Vamos Mark, ¿a que le temes?- comenzó Mark a hablar consigo mismo- Ni que las leyendas fueran reales.
El muchacho avanzaba con paso determinado hasta el final de la calle que profundamente lo perturbó.
¡Era el castillo de Drácula!
—¡Chicos!- gritó Mark a su celular nuevamente enviando un mensaje de voz al grupo que tenían olvidando completamente que lo habían dejado solo- ¡Adivinen donde estoy! ¡Llegué al castillo de Drácula sin querer! Solo iba caminando queriendo llegar a nuestro hotel y solo llegué aquí!
Un fuerte golpe se escuchó haciendo que Mark soltara un grito que podría ser catalogado como "de niña".
—¡Sangre de Dios!- gritó el joven- ¡Me asusté! Bueno, ¡los veo en el hotel!
Mark cortó su mensaje volteando a ver el tenebroso castillo. Comenzó a caminar por la acera cerca por donde estaba la entrada del inmenso lugar. La puerta gigante se encontraba abierta y la curiosidad invadió el cuero del pelinegro.
¿Debería entrar?
Atrás impulso de idiotez.
El chico se asomó por la puerta viendo hermosos jardines lleno de rosas, tulipanes y muchos otros tipos de flores, la iluminación era poca por lo que no podía ver más allá de ello.
—¡Wah! De seguro vive alguna familia aquí, los jardines están bien cuidados- dijo para si mismo.
Accidentalmente dio un paso equivocado pisando un escaloncito de piedra que no había visto provocando que cayera dentro de la propiedad.
—¡Mierda! Ay, que menso soy- dijo Mark riendo.
El chico se levantó del suelo y tomó su celular.
—¡No! ¡Mi bebé!- gritó- ¡Se quebró!- Mark comenzó un berrinche pensando que no había nadie que lo viera, brincaba y pataleaba con el celular entre sus manos.
Después de su enojo momentáneo, guardó el aparato en su bolsillo listo para irse de nuevo.
Pero ¡oh sorpresa!
—Está cerrado- susurró el pelinegro intentando abrir la sellada puerta con todas sus fuerzas- ¡Oigan no! Si tengo miedo- dijo Mark brincando levemente y haciendo pucheros a la nada.
El chico estaba aterrado por dentro, estaba encerrado en el famosísimo castillo de Drácula, parecía que no había nadie aunque estuviera muy cuidado y estaba muy oscuro. Los grillos cantantes no ayudaban, solo le daban un ambiente más tétrico al tenebroso lugar.
Mark miro a sus alrededores comenzando a buscar la entrada, quizás había alguien que administrará ese lugar.
¡Bingo!
Después de 1 minuto de rodear el inmenso castillo encontró una puerta muy pero muy alta. Corrió hacia ella tocándola con desespero esperando lo mejor.
—¡Hola! ¡Disculpen! Caí aquí dentro y quiero salir, solo necesito que me abran la puerta principal- gritaba Mark- ¡Holaaaaa!- el chico comenzó a reírse debido al eco.
La puerta estaba estática, nadie abría.
—¡Holaaaaa!
Después de unos cuantos gritos más, la puerta se abrió haciendo que Mark soltara un fuerte grito "de niña" nuevamente asustando a la persona que estaba dentro.
—¡Ahhhh!- gritó una aguda voz que claramente no pertenecía al muchacho de afuera- ¡No me hagas nada!
Mark soltó una carcajada.
El pelinegro pudo calmar su risa notando que quien sea que abrió la puerta ya no estaba ahí. Se asomó por la inmensa puerta buscando a la persona que le podría abrir aquella salida.
—¡Holaaa! Solo quiero salir de aquí, me metí por error- decía Mark en el lobby del castillo haciendo eco.
Hubiera seguido gritando si no fuera por que la estructura dentro del lugar lo sorprendió.
¡Todo era tan rosa! ¡Tan tierno!
Ni si quiera parecía que había sido el castillo de un temido vampiro.
—¿Qué ha pasado aquí?- susurró el llegado.
Pasó unas cuantas habitaciones cerradas, se sentía como Bella en La Bella y la Bestia, a diferencia que el castillo no daba miedo.
Al final del pasillo llegó a unas largas escaleras que lo dirigieron a una bonita sala.
Escuchó unos pasos corriendo.
Mark no pudo evitar seguir el ruido entrando a una hermosa habitación con una cama gigante y muchos peluches tiernos.
Los ojos del pelinegro explotaron el cuarto ajeno y muy pero muuuy adentro, en la esquina de un escritorio pudo ver un pequeño pie sobresalir.
—Oye, mmm, necesito ayuda- habló el chico intentando llamar la atención.
—¿M...me vas a lastimar?- dijo la voz desconocida.
—No, nunca lo haría.
De la esquina del escritorio pudo ver salir unos bonitos ojos color miel mirándolo con curiosidad.
—Sal, prometo que no haré nada, solo quiero salir de aquí- pidió Mark.
La persona escondida comenzó a levantarse poquito a poquito hasta que frente al canadiense quedó un bajito muchacho, piel que parecía ser besada por el sol, ojos miel, cabello naranja y una complexión muy delgada pero a la vez taaaan pálido.
—Aw, eres muy tierno- dijo el más alto inconscientemente tapándose la boca al instante.
—Soy Donghyuck, mi papi me dice Hyu...Hyuckie, amm, él no está ahorita- decía el muchachito balanceándose en sus pies.
—¿Cuántos años tienes?- Mark se acercó al pelinaranja sonriéndole.
—Quinientos once.
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Solo un ratito; Markhyuck
FanfictionDonde Hyuckie es un vampiro muy solitario y Mark es un adolescente muy normal. ♡Mucho fluff ♡Angst