Esa niña que vivía en fantasía y garabatos de papel
¡Sí, sí! Aquella niña enamorada con sus penas entre el folio y el pincel
Esa niña que en sus versos precavidos,
ni muy cortos ni muy finos
En poesía ahogó su piel.
Que con rimas ni metradas
Plasma en letra bien marcada un te quiero, quédate.
Quédate junto a mi, para.
Sostén evaivén de nuestra marcha,
entre el romance y el claqué
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Calor, desvelo y corazones
PoetryMientras algunos dan vueltas en la cama, rindiendose ante el desvelo, a mi me da por escribir. Calor, desvelo y corazones surge como recordatorio y a la vez, como recopilatorio de todo el arte que un año surgió entre aquel junio y aquel agosto.