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Las agujas del reloj avanzaban de una manera sorprendentemente rápido al tiempo que corría de un lado para otro de su habitación cogiendo diferentes cosas que un segundo después metía en su maleta de viaje.

– ¿Lo tienes todo? – Escuchaba hablar a su amiga Ashley desde el otro lado del teléfono.

– S... – Estuvo a punto de terminar de decir "Sí" cuando se acordó de algo más y salió corriendo al cuarto de baño.

– Josh, el avión no espera.

– Maldición... – Murmuraba con voz entrecortada intentando cerrar la maleta. – Ash, te veo en breves. – Fue lo último que dijo antes de cortar la llamada y bajar corriendo las escaleras con su maleta.

– ¡Josh! – El grito de su madre le hizo dar un brusco frenazo y se giró hacia ella, corriendo a abrazarla.

– Llego tarde mamá.

– Josh hijo, ten mucho cuidado. – El teñido asentía, sabiendo a la perfección todo lo que su madre iba a decirle. – Ya sabes lo peligroso que es estar por ahí solo...

– Mamá, voy con amigos.

– Sí sí... No te separes de ellos cariño. Cualquier problema que tengas no dudes en llamarnos, ¿Está bien? – Decía mientras le apretaba con suavidad las mejillas, haciendo que Josh mostrara una sonrisa.

Madre e hijo se abrazaron y Josh abrió la puerta de su casa para caminar rápido hacia la casa de Ashley, ya que ella era quien conducía y los llevaría al aeropuerto.

– ¡Diles a Jordan, Ashley y Abby que no me roben dinero mientras estoy fuera! – Gritó Josh un poco lejos de la entrada de su casa, y su madre asintió sacudiendo su mano a modo de despedida.

Una llamada entrante en su teléfono móvil le hizo empezar a maldecir en voz baja ya que intentaba andar lo más rápido posible.

– Estoy yendo. – Fue lo primero que dijo Josh.

– ¿Dónde estás? Brendon y yo estamos subidos en el coche. Vamos a buscarte.

Y en menos de 5 minutos ya estaban los tres metidos en aquel minúsculo coche que los llevaría al aeropuerto.

Las cosas iban así:

Hoy era 15 de junio, y ya tenían vacaciones de verano. En tres días era el cumpleaños de Josh, así que Jenna les había invitado a pasar una semana en su casa de California, algo que no dudaron en aceptar.

Ashley, Brendon y él se encontrarían con Tyler y Madison en el aeropuerto, esta última habiendo comprado un billete de avión a última hora al insistir en que necesitaba volver a ver a su "maravillosa y preciosa rubia casi cuñada Jenna".
Tyler no se mostró muy conforme, pero acabó aceptando que su hermana menor se uniera con ellos al viaje.

Tanto Tyler como Ashley y Brendon, nunca se habían llevado del todo bien. A decir verdad no es que fueran realmente amigos, pero Josh sabía la importancia que tenía para el omega volver a ver a Jenna, y no quería en absoluto admitir que había algo dentro de él que se rompía al pensar en aquello.

Zack, algo que no sorprendió del todo a Josh, hubo una ocasión en la que intentó de alguna manera que sus dos hermanos no fueran al viaje, y el teñido sabía que era por él. Aún no entendía el por qué de aquel incesante odio, pues nunca le hizo nada al de pelo castaño exceptuando aquella vez en la fiesta, de la cual ya habían transcurrido 8 meses.

– Espero ligar mucho. – Soltó Brendon de repente, casi llegando al aeropuerto de Columbus.

– Con ese frentón no tengas muchas esperanzas. – Respondió Ashley sin dejar de mirar la carretera, ganándose una colleja por parte de su amigo. – ¡Brendon! – Le gritó. – Me ha dolido.

– No creo que tanto como a mi frente. Recibe mucho bullying a diario. – Y comenzó a acariciarla, haciendo que Josh riera frunciendo el ceño ante aquel extraño acto.

Al fin llegaron y bajaron sus cosas del maletero, dirigiéndose al interior del lugar, Josh sin saber por qué con ciertos nervios en su estómago.

Brendon se fijó en el gran cartel que mostraba los siguientes vuelos que despegarían, y se dio cuenta que el siguiente era el suyo.

– O corremos o le perdemos.

– Pero tenemos que esperar a Tyler y Madison. – Contestó Ashley comenzando a ponerse nerviosa.

– Oh, – Dijo Brendon. – Con que ahora te importan.

– Cállate idiota, nunca he dicho que no me importaran.

Josh miraba la situación en silencio, no queriendo entrometerse ni seguir escuchando tampoco. Miraba hacia todos lados esperando poder ver al omega, o siquiera olerlo, pero no fue así.

– Oye, – Volvió a hablar Brendon. – De verdad que no quiero ser mala persona pero si nos quedamos aquí esperando no vamos a coger ese maldito avión. – Miró a Josh. – Lo siento amigo.

– Estarán a punto de llegar. – Habló Josh sin dejar de observar su alrededor, cada segundo que pasaba con una ansiedad creciendo en su pecho.

De repente, el grito a lo lejos de una chica que reconoció al instante le hizo girarse al momento, pudiendo ver a ella corriendo mientras detrás estaba el castaño, caminando a paso normal.

– ¡Lo sentimos muchísimo! El conductor del taxi en el que íbamos lleva la vida con bastante calma y nos traía a 20 km por hora. – Hablaba con rapidez Madison.

Tyler al fin llegó, posando su mirada en el teñido solo por un segundo para después mirar el cartel que antes observó Brendon.

– ¡Andando! – Gritó Brendon comenzando a medio correr para pasar la tarjeta de embarque. – ¡Tenemos 10 minutos!

Ashley y Madison comenzaron a correr detrás de él, mientras Josh y Tyler se quedaron un poco más atrás pero caminando a paso rápido.

– No te noto muy feliz. – Le habló Josh sin dejar de mirar al frente, al igual que el contrario.

– No es mi mejor día para viajar.

– ¿Por qué?

Pero no contestó de vuelta, sino que se encogió de hombros. Sin embargo, se le adelantó un poco al teñido, quedando este el último en pasar su tarjeta de embarque y dirigirse al supuesto avión en el que viajaban.

A Josh le flaquearon las piernas al tener delante suyo ahora lo que para él era un majestuoso avión intimidante.

Sí, tenía miedo de viajar en ellos, pero ya no había vuelta atrás.

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Luna llena • Joshler ;(omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora