Promesas

«Capítulo 1»

Los personajes son propiedad intelectual de Masashi Kishimoto (岸本斉史).

La historia es completamente de mí autoría.

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Capítulo 1

Seis años era demasiado tiempo para estar lejos de su hogar, uno pensaría que eran casi una eternidad, sin embargo esos seis años eran nada a comparación de los que él antes ya había estado lejos.

Sasuke tenía más años fuera de la aldea que dentro.

En su penúltimo viaje había descubierto que existían más amenazas para la aldea, y para el mundo en general. A medida que los enemigos aparecían sus fuerzas eran superiores a las que antes habían visto, llego a la conclusión que el mundo shinobi necesitaba mejorar las habilidades de sus filas, es por eso que después de una larga junta con el consejo se determinó que se debían preparar para una batalla.

Debían no solo mejorar a sus shibonis, debían aumentar su ejército, ya que después de la última guerra la paz reino en todas las aldeas, uno que otro disturbio no era nada, entonces es así que como cada día el peligro disminuía también lo hacían los ninjas, llegando a un grado en que el mundo pronto dejaría de necesitar a tantos shibonis.

Es así como Sasuke decidió entrenar mejor a su discípulo, pero como no podía estar investigando un tiempo y volviendo para entrenar a Boruto decidió llevárselo con él.

Prometió a su mejor amigo cuidar de él, velar por su bienestar y asegurarse de volverlo un gran shinobi, un gran hombre, Naruto por su parte no se negó, confiaba en su mejor amigo, sabía que él lo iba a cuidar al igual que Sasuke sabía que Naruto cuidaría de su familia como la suya.

Eran una gran familia después de todo, los lazos que se crearon con los años solo se hacían más fuertes, Uzumaki y Uchiha eran una sola familia.

«サスサク – Promesas»

La despedida fue emotiva para el joven Uzumaki, tanto los amigos como los familiares fueron a desearle los mejor al joven rubio, a sus catorce años dejaría la aldea por un tiempo indefinido, sería su primer viaje sin una fecha clara de llegada.

Antes de partir le encargo la aldea a su nuevo amigo Kawaki, de todos sus amigos él destacaba por su fuerza y su previo entrenamiento, sabía que él la protegiera junto a su padre.

—Cuida de la aldea por mí —le dijo Boruto, no hubo más palabras por su parte. Pues estos se llevaban de la misma forma que su sensei y su padre, no era necesario las palabras, ellos hablaban con la mirada.

—Así lo haré —respondió Kawaki.

Por otro lado, para la familia Uchiha todo fue normal, ambas mujeres ya estaban acostumbradas a las despedidas, Sasuke iba y venía todo el tiempo, no era algo nuevo para ellas. Pero para Sakura esta vez se sentía diferente, no quería que su marido se fuera, algo muy dentro de ella le decía que no lo soltara, que no fuera, es por eso que antes de partir se aferró a él como nunca lo había hecho en sus anteriores despedidas, para ella un simple toque en la frente era suficiente.

«No permitas que se vaya, dile que se quede con nosotras»

—Sakura —pronuncio el Uchiha consternado al momento de sentir las manos de la peli-rosa rodearlo, ella sabía que a su esposo no le gustaba las demostraciones físicas de cariño, pero aun así lo abrazo frente a un gran público.

—Solo promete volver para ya no irte —respondió la peli-rosa, su abrazo no duro más que cinco segundos que para ambos fue una eternidad. Y aunque Sasuke no lo quería admitir le gustaba estos pequeños momentos con su esposa.

En cuanto a Sarada las cosas eran un tanto diferente, aun no entendía del todo porque su padre no la llevaba a ella también, basto preguntarle una vez si podría ir con ellos a lo que Sasuke se negó rotundamente a un tercer integrante en el viaje, no volvió a insistir, pues sabia el carácter de su padre y volver a intentar sería una gran pérdida de tiempo.

Ella se haría fuerte por sus propios medios, aunque eso le costara más debía de hacer sentir orgulloso a su padre y madre, hacerles ver que ella era igual de fuerte que ambos, se había propuesto una meta que tenía que alcanzar y había varias pruebas que superar.

De esa manera partieron a su entrenamiento Sasuke y Boruto.

Los días comenzaron a pasar, al igual que los meses y luego los años.

Años que ya no volverían.

Tiempo que ya no se recuperaría.

Pensaron que la batalla jamás se llevaría a cabo, pues todo estaba demasiado tranquilo, pero al volver todo cambio.

La batalla llegó.

La muerte los esperó.