Pininos

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Con pasos firmes, van caminando mis pequeños botones.

Pequeños pasitos que se harán grandes cuando ello los sean. 

Le voy cantando una canción a Salomé, una para que ella aprenda los colores. 

Es pequeña, pero disfruté tanto está tarde, le dí un sentido diferente a mis letras, una sentimiento diferente a mis palabras. 

Su felicidad, su ternura y su amor, me hacían sentir tan feliz. 

Sigo estando emocionada, emocionada de la historia que puedo contarles, emocionada de los colores que salieron a relucir y fue el primer atardecer sin dolor. 

La sonrisa de mis pininos es algo tan lindo. Mundos diferentes, mundos que cuidar. 

Ella me dijo "mami", y pude imaginar ese pequeño pedazito de nosotros. Rápidamente salí de esos pensamientos. Y sólo los disfruté. 

Estoy maravillada con lo sencillo de su comportamiento, en una caminata no tan larga fueron detectives, luchadores e incluso estar al borde de la muerte por un puente apunto de caer, y en realidad, no es tan malo después de todo quererlos. Quise no hacerlo, porque no podía confiar, pero ellos, como los de mi alrededor, me han demostrado que puedo quererlos sin dudar. Y estoy feliz de que este atardecer fue completamente diferente. 

De regreso a casa te vi. El Sol ya no estaba, y te dí las gracias. Soy mejor persona, y si cambio es para ser una mejor versión de mi. 

Gracias. 

Amanecer y atardecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora