Hace ya seis meses que no sé nada de ti. Decidí alejarme cuando obtuve mi ansiada respuesta a la pregunta que me atormentó durante años: "¿Por qué me dejaste?". La razón tuvo nombre y apellido, Ana Victoria, la chica de los ojos tristes con un pasado tormentoso. En su momento me dolió tanto pensar que me habías abandonado por no ser lo suficientemente buena para ti, que había dejado de importarte la promesa que hiciste de volver a Querétaro para estar conmigo porque era de sufrir estar lejos de mi. Hoy lo entiendo. Éramos sólo un par de chiquillos de quince años jugando al amor a distancia. Era algo que en verdad nunca iba a tener futuro. La distancia sí era un impedimento aunque nos hubiéramos querido demasiado, pero encontraste a una persona a la cual querer, adorar y proteger como tal vez lo habrías hecho conmigo. Conociste lo que es amar y ese es el mejor regalo, algo que yo jamás te habría podido dar.
Cuando llegaste a Veracruz encontraste a Miriam, la chica de piel canela y grandes ojos negros que te enseñó a no dejarte llevar tanto por tus sentimientos, que no puedes salvar a una persona que no quiere ser salvada, y que el mejor amigo siempre será el mejor amigo aunque tú sepas que no se merece el título. Me daba tanto coraje que volvieras a mi vida y con alguien que se llamaba igual que yo.
Y ahora tienes a Stephanie, una bella chica de grandes ojos marrones que parece irradiar luz. Por eso me alejé de ti a finales de enero. En las últimas conversaciones que tuvimos mencionaste que estabas enamorado de una chica que conocías de hace seis años, que estabas arrepentido de no recordar por todo lo que le hiciste pasar, quien a pesar de todo siempre ha estado ahí para ti. No tienes idea del rencor que me invadió al saber que era ella quien te preocupaba y que al parecer el dejarme nunca te importó. Me alejé porque estaba enojada contigo, con la vida, pero sobre todo conmigo misma. Por haber desperdiciado tantos años de mi vida pensando en ti. Porque sabía que en algún momento podrían volver a hacerte sufrir como lo hizo Miriam y yo ya no quería estar ahí. Porque sabía que ya no me iba a doler, sólo sentiría lástima por ti.
Y entonces conocí a alguien. No quería escribir su nombre, porque tengo miedo de que se vuelva una realidad, pero esta bien. Entonces conocí a Pablo. Llevábamos alrededor de un mes hablando y un día de los últimos de enero decidimos salir por primera vez a comer. Estuvimos saliendo los últimos seis meses pero ya todo terminó. En un principio accedí a darme la oportunidad de conocer a otra persona y fue cómo un bálsamo para mi alma. No me había vuelto a sentir tan viva, tan feliz. Su presencia en mi vida me ayudó a aliviar parte del dolor que aún sentía por ti. Aunque las cosas no funcionaron como yo hubiese querido, me llevo conmigo la experiencia y alivio que me otorgó su presencia en mi vida durante el tiempo que duró.
Hoy por la noche me acordé de ti por casualidad. Hace mucho que ya no te pensaba. Por curiosidad me metí a husmear en tu perfil de Facebook y las primeras publicaciones bastaron para saciar la sensación. Las dos eran de Stephanie. También vi los comentarios, incluso entré a su perfil también y vi un "Qué hermosa eres" de tu parte en su nueva foto. Busqué en mi interior algún atisbo de rencor, coraje, dolor... pero lo único que encontré fue alivio. Ya no hay más dolor. Por fin todo terminó.
De verdad estoy muy feliz por ti. Me da tanto gusto saber que nuevamente tienes a tu alcance la oportunidad de ser completa e irracionalmente feliz. Es alguien que ya conoces de años y es alguien en quien confías, así que será difícil que te vuelvan a fallar como antes. En nuestras últimas conversaciones compartiste conmigo tu deseo de volver a la frontera para verla de nuevo, espero que sea pronto.Te deseo toda la felicidad del mundo, deseo que cada mañana despiertes con la determinación de ser una mejor persona, no sólo por ella, sino también por ti. Espero de todo corazón que dejes atrás todo lo que te lastima y te ha hecho ser la persona tan negativa que alguna vez conocí y que tanto daño le hacía a los demás sin pretenderlo. No te voy a decir que siempre podrás contar conmigo, porque yo ya no te quiero de vuelta en mi vida. Eliminé hasta el último mensaje que tenía guardado de tu parte, cualquier cosa que me recordara a ti, excepto esa fotografía que nos tomamos el último día de escuela en primer año de secundaria. El del último día que te vi. Con esa imagen de ti es con la que elijo quedarme.
Que tu vida siempre esté llena de luz y de todas las cosas buenas que se merece todo ser humano en su paso por este plano terrenal. Gracias por todo lo que me diste aún sin que esa fuera tu intención. Gracias por cada parte de este viaje.Que seas muy, muy feliz, Mi Amor Valiente.
Gracias por todo.
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Para Mi Amor Valiente
Non-FictionEsta no es una historia como tal. Es una carta dedicada a una persona a la cual quise mucho en algún momento de mi vida. A la cual le sigo teniendo un cariño inmenso. A quien sin proponérselo siquiera, logró convertirse en mi Amor Valiente... Si ést...