Jack.

Te ganare

Capitulo 3 " Te ganaré"

Ya hace una semana que vivo en la mansión y mi plan para ser amiga de Jack está fracasado con ganas. Me he echó amiga de los que trabajan en la casa pero Jack es una misión imposible.

Hace algunos días trate de cruzar algunas palabras con el y lo único que conseguí fue un "ni lo intentes" salir de sus labios o simplemente hacia como si no existiera.

—No se como lo voy a lograr Matilde, es un chico imposible —matilde suelta una pequeña risa negando levemente con la cabeza.

—Ay niña, solo dale tiempo.

—Nunca había tenido que lidiar tanto para poder ser amiga de alguien —deje caer mi barbilla en la palma de mi mano haciendo un puchero.

—Como sabes el no convive con mucha gente, no está acostumbrado pero pronto te lo ganarás te lo aseguro —puse mis ojos en ella por unos segundos — niña deberías ir a ducharte, pronto estará lista la merienda y no te quiero con esas fachas en la mesa.

Asentí y me retiré de la cocina, camine a mi habitación pensando en un buen plan para poder acercarme a Jack. Cuando por fin iba a a llegar a mi habitación algo llamó mi atención, la puerta de Jack estaba entre abierta, dicen que la curiosidad mató al gato; pero los gatos tiene siete vidas ¿No es así?. Espíe por el rabillo de la puerta y casi me voy de nalgas ¡Santo Dios! Jack estaba de espaldas a la puerta con el torso totalmente desnudo, se estaba ejercitando. Sabía que ese cuerpo no solo es de ver tele y jugar videojuegos como siempre lo encontraba.

—¿No te enseñaron que espiar es de mala educación? —¡Me pillo! ¿Pero como carajos? ¡Ni si quiera volteo!

Retrocedi lentamente y corrí en puntillas a mi habitación, sentía el calor subir a mis mejillas ¡Pero que vergüenza! Ahora pensará que soy una acosadora y menos querrá acercarse a mi. En verdad que la he cagado.

•••

Tome una ducha rápidamente y me vestí con un atuendo bastante cómodo que consistia en unos leggins básicos de color negro ceñidos al cuerpo y una sudadera de una o dos tallas más grande que yo, de color rojo opaco. Baje en pequeños saltos las escaleras y me adentre a la cocina de nuevo, Jack se encontraba sentando en la pequeña isla, mis manos comenzaron a sudar al recordar lo que había pasado hace algunos minutos, respire profundo y tome valor para sentarme a su lado. Matilde me sonrió poniendo un plato de pasta enfrente mío, hice un pequeño gesto de agradecimiento y piqué un  pedazo de pasta con mi tenedor para después meterlo a mi boca. Estaba delicioso.

—¿Te gustó el espectáculo? — dijo robando mi atención completamente—deberías ser más discreta, te reflejabas en la pantalla de la computadora sin mencionar que tú aroma a sandía llego a mis fosas nasales en cuanto te acercaste a la puerta —dijo tranquilamente sin mirarme.

—Lo siento, solo quería preguntar si querías hacer algo hoy —mentí.

—Si quisiera hacer algo contigo te lo hubiera dicho ya ¿No crees? —ouch,baje la mirada apenada, no tenía que ser tan grosero, puse toda mi atención en la pasta para después mirar a Matilde, ella me veía con pena.

—Creo que se me fue el hambre, pero te quedó muy buena Mati, gracias. —me levanté rápidamente de mi asiento y corrí a mi habitación, necesitaba estar sola.