III. SOSPECHA

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-Ey- dice. Su pelo blanco mojado está recogido en una coleta alta, algunos mechones rebeldes caen sobre su cara algo morada por los moratones.

-Ey- le contesto.

-Venía a ... Bueno ... A agradecerte que me ayudaras antes- se acaricia el cuello lleno de marcas. Carraspea un poco -Quiero que sepas que estoy en deuda contigo y que te ayudaré en todo lo que me sea posible- y dicho eso es da media vuelta, pero antes de que se marche la agarro el brazo, ella suelta un quejido. Creo que le cogido el brazo herido.

-Me gustaría que me devolvieses el favor ahora, tengo algunas preguntas para ti- Ella alza una ceja -Lo de las pruebas físicas de la clase anterior ... ya sabes lo de dragón y todo eso ... No quiero que me vuelvas metro en esos temas.

-Hay que ver que arrogantes son los ángeles- Ella esboza una sonrisa -¿Quien te ha dicho que hablaba de ti? En nuestra clase hay más mestizos.- Ella se da media vuelta dispuesta a irse, pero la agarro nuevamente del brazo. Ella me mira confusa.

-No he terminado- digo algo irritado, no soporto que me dejen con la palabra en la boca -¿Por qué te has dejado ganar?

-¿Y a ti qué te importa? - de una sacudida se suelta y se escapa.

Algo confuso me dirijo al comedor a cenar con los chicos, pero solo ceno con Sujai, me dice que los gemelos están investigando no sé qué y qué Yamilet ha dicho que no tenía hambre y ha pegado un portazo.

-Tu venias con el pack de elfos ¿verdad? - digo algo intrigado -No parece que a los ángeles les importe-.

-Es más cómodo tratar con ellos que con los elfos, créeme-.

-No hace falta que lo jures- digo recordando la pelea del entrenamiento. Él se ríe recordando lo mismo.

-La verdad he disfrutado, esa pava no me cae nada bien-.

-Por ahora no me cae bien mucha gente, pero ella es a la que menos tirria le tengo- contesto.

-Déjame adivinar quien está en la cima- pone si mano en la barbilla como si estuviera pensando -podría ser ... Yamilet, o Rayen, o Shayla, o todo el mundo- dice con burla.

-Tú no me caes mal del todo- el jadea.

-No fugaremos juntos y alquilaremos una casita a las afueras del Reino Elfico, nos casaremos en secreto y adoptaremos diez perritos, uno de ellos lo llamaremos como mi abuelo y seremos felices por unos meses, porque después del te diagnosticarán una enfermedad incurable y súper costosa que nos dejara en la ruina ... al final morirás y me dejarás solo en este mundo cruel- termina sacándose una lágrima imaginaria.

-Me aseguraré de dejar testamento entonces- digo escondiendo una sonrisa. Pero veo algo por encima de su hombro que me borra cualquier rastro de diversión. Es Shayla otra vez.

Un elfo la estaba dando toquecitos en la cabeza y riendo, ella dice algo y el elfo en respuesta le pega un empujón y la tira al suelo. Tras escupir al lado suya se da a la fuga.

-Me solían hacer lo mismo a mi cuando estaba en casa- Sujai se había girado al escuchar el ruido de la bandeja.

-Si, a mi también me suena- solo que no solo era acoso social ...

Nunca me han dejado salir de palacio.

Mi padre acusaba a mi madre de serle infiel.

Al ser un bastardo me quitaron algunos privilegios que hereda mi familia ... Como el derecho a la corona.

Mis hermanos, los grandes reyes de Celestia .

DRAGONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora