Llevaba 10 minutos allí dentro. En menos de dos minutos ya me había cambiado, pero me había quedado sentada en el vater pensando en mis cosas.
Sabía que por mucho que me encontrara cómoda, tendría que salir en algún momento, y ese mero pensamiento me estaba estresando desde hacía un rato.
Notaba a Luke un poco diferente de cuando se habia ido, aunque lo más seguro era que estuviera aburrido y quisiera entretenerse. O igual no quería ver a su tio tan pronto porque sabía lo que iba a pasarle si lo hacía...
Eso tenía mucho más sentido para mí, y fue como agarrar la última oportunidad que me quedaba para no estar más deprimida. Seguro que no le estoy dando una buena impresión. Más bien debo de parecerle una mojigata.
Parece absurdo que haya estado preocupándome por la próxima vez que volvería a verle, y que ahora esté "huyendo" de él.
Estaba claro que él necesita... que le den placer o lo que sea que haya hecho con las demás, y la pregunta sería si estaba dispuesta a entregarme a él si con eso lo mantenía a mi lado más tiempo.
Mi cuerpo tembló solo de cuestionarme esa idea.
Definitivamente no podía hacerlo. No a la fuerza. Tenía que ser un momento especial, mágico... desde luego no este.
Me levanté finalmente y pegué mi oreja contra la puerta, esperando oir algún ruido que me dijera que seguía aquí, o quizás si todo estaba en silencio significaría que se ha cansado de esperar y que se ha ido por donde ha venido... tentadora posibilidad.
Abrí la puerta lo más normal que pude, sin dar indicios de que seguía nerviosa, y con mi ropa pegada a mi cuerpo, di unos pasos hacia afuera y miré toda la habitación.
Allí estaba. Mirándome con una media sonrisa de lo más aterradora, al menos para mí. Miré hacia otra parte buscando mi cómoda para poder guardar la ropa. Luke había conseguido que olvidara incluso donde estaban mis muebles.
Solté un suspiro. Esto no debería ser asi. No debería temer estar en una misma habitación con el que había llegado a querer llamar "novio". No debería querer que se fuera lo antes posible.
Metí la ropa en el cajón para luego levantarme y mirarle. Era él, no podía ser otro. Eso sería una tremenda estupidez.
Las manos me temblaban ligeramente en mis bolsillos, señal de que lo peor que podría exigirme hacer era intentar actuar como si todo esto fuera normal. Necesitaba estar sola, al menos no en una habitación con él.
— ¿Qué les vas a decir a mi madre y a mi hermano? No se van a creer que hayas entrado por la puerta y que ellos no te hayan visto llegar hasta mi habitación. — fingí tranquilidad mientras apollaba mi cuerpo a un lado de la cómoda.
— Oh, creerán exactamente lo que tú les digas... — se levantó de mi cama acercándose lentamente hasta donde yo estaba.
Heché mi cuerpo hacia atrás mientras él venía hacia mí. No creo que hubiera entendido mi indirecta cuando está actuando de este modo.
— ¡Ahh! — oi un grito de la que parecía mi madre, e inmediatamente me levanté de la cómoda y corrí hacia la puerta aprovechando esta oportunidad que me había permitido conservar mi espacio personal a margen.
— Ahora vuelvo. — le miré sacando completamente todo mi cuerpo de la habitación menos la cabeza. Le dediqué una sonrisa, que era más de alivio que de alegría.
Bajé las escaleras a un ritmo un poco más lento que cuando había huido de mi habitación. No debería sentarme tan bien haberlo hecho, y sin embargo, asi es.
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No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanfictionSolo una chica normal, en una casa no tan normal.