*Mina:
Como pude llevé a Chaeyoung hasta el taxi que nos esperaba frente al restaurante, con un poco de torpeza la metí en el asiento trasero, ella no dejaba de decirme "lo siento, Minari" me daba risa y a la vez ternura verla en ese estado. Dí mi dirección al taxista y emprendió camino.
Al cabo de llegar a mi casa el taxista se ofreció para ayudarme a llevarla al interior de la casa, a lo cual accedí, su ayuda fue de mucha, le agradecí con una reverencia. A partir de ese punto ya me tocaba llevarla sola hasta mi habitación, sin duda era una de las citas más peculiares que he tenido.
Llegué a la cama de mi habitación y la recosté en ella, ésta al sentir el impacto despertó.
-¿¡Eh!? ¿qué pasa?- su voz sonaba graciosa, provocando que saliera una risa burlona de mi.
-Nada, solo que vomitaste mi vestido por estar de ebria- me senté en la cama y comencé a quitar sus tacones para que pudiera estar más cómoda.
-¿Qué?- se sentó en la cama, su mano estaba en su cabeza y tenía una mueca de dolor en su rostro. Vio mi vestido y abrió los ojos como platos- vaya... jej, lo siento- bajó su mirada.
Me encargué de no se sintiera mal, así que tomé su barbilla y llevé sus ojos a que me miraran, y deposité un pequeño beso en sus labios.
-No te preocupes- sonreí al ver como ésta se sonrojaba- ahora, ve a darte un baño de agua fría, yo haré lo mismo con el baño del pasillo- me levanté y me dirigí al baño ya mencionado.
*Chaeyoung:
Ese baño de agua fría de verdad resultó una maravilla, el dolor de cabeza había desaparecido un poco y ya no me sentía mareada.
En ese momento Mina entró a la habitación con una bandeja, en ella llevaba la cena, un par de emparedados acompañados por una taza de café, me gusta mucho el café así que eso fue lo que tomé de primero.
-Mina...- mi paladar estaba desagradado.
-Dime, amor- ésta dio un mordisco a su emparedado.
-Creo que se te olvidó el azúcar del café- dejé la taza en la bandeja y agarré el emparedado aún con el trauma del café tinto.
-No boba, es para la resaca, el café tinto ayuda, al igual que el agua fría- río para luego tomar un sorbo de su jugo.
-Prefiero el agua fría- ambas reímos ante mi comentario.
Luego de un rato de charla mientras comíamos, decidimos irnos a dormir, Mina y yo dormiríamos en la misma cama, a pesar de que era individual ambas cabíamos perfectamente. Se acomodó a mi lado, apagó la lámpara de noche y acomodó su cobija que compartía conmigo, el silencio se hizo presente en aquel momento, ambas mirábamos fijamente el techo, hasta que todo se rompió.
-Chae...- la suave voz de Mina calmaba mis demonios interiores- ¿alguna vez llegaste a pensar que la chica que te hacía la vida imposible en el colegio llegaría a amarte?
Lo admito, nunca llegué a pensarlo, siempre vi a Mina como la chica que no me dejaría en paz hasta terminar la secundaria, veía algo imposible que ese sentimiento de molestia que ella tenía hacia mi desapareciera, pero desde que en ambas creció ese sentimiento tan lindo de amor, todo cambió, ahora la veo como la chica que no quiero que deje mi vida en paz, quiero hacerla sentir especial todo el tiempo que ella me permita.
-Mina- me volteé para quedar frente a ella- es cierto que era casi imposible que ambas nos llegáramos a querer, pero ¿sabes qué?, agradezco a la vida por haber hecho realidad ese 1% de probabilidad que tú llegaras a amarme y que yo me haya vuelto loca de amor por ti, y créeme que haré todo lo posible para esto se mantenga al 100%- tomé sus manos y las besé.
Pude notar como una lágrima viajaba por la mejilla de Mina, a pesar de que todas las luces estaban apagadas, la luz de la luna que entraba por la ventana dejaba ver el perfecto rostro de Mina, y sus pequeñas lágrimas de diamantes que corrían por el.
-Te amo, Chaeyoung, no sabes cuánto te amo- se apegó más a mi hasta quedar acurrucada en mi pecho. Pasé mis brazos por ella para poder abrazarla.
-Te amo, mi pequeña- comencé a acariciar su cabello con delicadeza.
Ahí estábamos, solo ella y yo en nuestro pequeño mundo, donde no nos importaba qué, quién, cuándo y por qué, solo disfrutábamos esos pequeños momentos que teníamos a solas.
*Momo:
Me encontraba en mi habitación del hospital, con un poco de mejoría, al menos ya podía estar despierta y no dopada. En ese momento llamaron a la puerta.
-Adelante- me acomodé para recibir a la persona que había llamado a la puerta.
-Hola- su voz tan tímida seguía en ella.
-Nayeon- me emocionaba verla, su presencia hacia que todo en mí se mejorara- pasa
-¿Cómo sigues?- dejó unas bolsas en la mesa de noche y se sentó un poco a la orilla de mi cama.
-Bastante bien a como llegué aquí- el silencio retumbaba en toda la habitación- eh... ¿tú cómo estás?
-Bien... bueno no, la verdad es que extraño llamarte para invitarte a salir, y no me gusta verte en una cama de hospital- su mirada bajó.
-Oye oye- su mirada conectó con la mía- todo volverá a ser como antes ¿si? pronto podremos salir a donde tú quieras, podemos pasar el rato que tú quieras, todo volverá a ser así, mi amor
¿Qué? ¿le dije mi amor?, creo que a ella también le sorprendió, sus ojos me miraron fijamente, pero al cabo de unos segundos simplemente sonrió.
-Está bien, mi amor- se acercó rápidamente a mi y dejó un pequeño beso en mis labios, y les puedo jurar que ese pequeño beso fue lo más hermoso que me ha pasado en años, estuvo tan cargado de ternura y amor que era imposible no sonreír y admirar a esa persona se quien provenía.
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Nunca me lo imaginé
FanfictionDonde Mina es un chica de un carácter fuerte y Chaengyoung solo la ignora para no tener que oír aquellas quejas de parte de la mayor. Lo que no se imaginan es que caerán completamente enamoradas una de la otra.