Danza de fuego y viento.

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Respiró hondo y alzó la mano dispuesta a llamar a la puerta de la habitación de Sora. Si, había conseguido armarse de valor y colarse en los Fairy Hills masculinos, los cuales hay que decir que apestaban a sudor. Se detubó justo antes de que sus nudillos rozaran la superficie de la puerta. No estaba lista. Tenia la cabeza llena hasta arriba de ideas disparatadas sobre el amor, pero no tenia ni idea de como llevarlas a cabo.

"Y ahora que...?"

Si no se decidia rapido podrian descubrirla, y eso no le hacia demasiada gracia. Miro hacia todos los lados. Los desastrados pasillos de los Fairy Hills masculinos permanecian oscuros y silenciosos. Pero de repente...

Alguien tropezó con unas pesas que había por el suelo, probablemente pertenecientes de Elfman y cayó estrepitosamente contra el suelo.

-Kya!-soltó un gritito la Dragon Slayer pero se llevó rapidamente las manos a la boca al ver que no se trataba de un chico.

-Lucy-san? Que haces aqui? -murmuró en voz baja.

La rubia se levantó rapidamente quitandose el polvo de la ropa y arreglandose el pelo.

-Solo venia a asegurarme de que ven...-calló enseguida.- yo podría preguntarte lo mismo. -dijo llevandose una mano a los labios mirando a la Dragon Slayer con una mirada de complicidad.

-Yo?-preguntó la pelinegra señalandose a si misma inocentemente.

-Quien sino? -_-

-Yo? Naaada...s-solo venia a...a...comprovar que la peste seguia siendo la misma...

-Es la habitación de Sora.-dijo entonces la maga celestial señalando la puerta.

-Eh? Si...ya...ya lo se, que pasa con eso?

-Entra.

-Ño!-negó de reflejo sin siquiera pensar.

Lucy se acercó a ella y abrió la puerta. Al idiota de Sora siempre se le olvidaba cerrar con llave. Seguidamente empujó a la Dragon Slayer dentro.

-No Lucy-san no!-suplicó, pero era demasiado tarde ya que ya estaba dentro y Lucy habia cerrado la puerta.

El mago de viento estaba profundamente dormido, boca abajo y babeando. Rui sonrio al ver lo adorable que estaba dormidito. Se acercó a el y se sentó en la cama. Le acarició el pelo y descubrió que era mas suave de lo que se imaginaba. Se recostó poco a poco procurando no despertarlo. Le levantó el brazo poco a poco y metio la cabeza debajo de este, quedando así el brazo de Sora rodeando su cuello.

Se acurrucó a su lado y cerró los ojos, se sentia agusto a su lado, a diferencia del resto de los Fairy Hills la habitación de Sora no olia mal a pesar de estar algo desordenada.

El castaño entreabrió un ojo y se quedo un buen rato contemplandola en silencio. Estubo a punto de decirle que estaba despierto, pero prefirió permanecer callado y disfrutar del momento.

La estrechó suavemente acercandola a el y hundió el rostro en su sedoso cabello negro. Ah...olia tan bien...como a la mas aromatica de las flores. "Esta dormido" pensó ella ruborizada "Quizas piensa que soy un peluche".

"Con un poco de suerte cree que estoy dormido y que creo que es un peluche" se dijó el.

100% de coordinacion mental.

Lucy regresó rapidamente a los Fairy Hills femeninos donde tenia que reunirse con Cupido antes de que nadie la viera. Llamó a la puerta de la habitación de Cupido y esta no tardo en abrirse.

-Misión cumplida?-pregunto Cupido la cual ya no llevaba la capucha, sino un pijama fresquito rosa y su flequillo blanco cubria parcialmente sus enormes ojos azules.

The Legendary Blue Fire Dragon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora