Amanecer y atardecer.

¿Preguntas?

Estoy esperando en la puerta de mi casa tu llegada.

Querías hablar, hablemos. 

De noche, dos pequeñas y lindas tortolitas llegaron a verme. Papá dice que avisan las maldiciones. 

Eran Dos, como hermanas, como gemelas. 

¿Puedes elegir entre la vida y la muerte? Soy ambas.

Entre los descuidos de uno es fácil solucionar con los descuidos del otro. 

¿Porqué regresar a algo que te hace sufrir? 

No entiendo, yo lo hice, pero cuando cambié me libre de muchas cosas. 

No lo entiendo, tampoco lo quiero hacer porque sería darte la razón en algo que no tiene sentido. 

¿De eso se trata? 

Las enseñanzas monótonas de algo que no existe, ya estamos locos. Locos de todo este mundo embriagante. 

Y queremos correr, cuando apenas acabamos de nacer. Queremos irnos cuando ni camino hay. 

¿Porque buscarnos? 

Lo hagamos cuando estemos seguros de querer estar juntos, una justificante más para huir. 

Una justificación más para no amar, me decías mentiras, dulces mentiras. 

Cuando tus labios se movieron para decir tu afecto, no quería llorar, quería que te callaras y que salieras de mi para decirte en cara que me mentias y que no te creía. 

¿Jugar? 

Por qué conmigo y no con ella, yo no soy la culpable de lo que ella te hizo, ni seré la razón de tu partida. Eso, eso es egoísmo es su máximo esplendor. No lastimes a lo que te amó.

Hablemos, siempre y cuando no sea de amor.