Lo reconozco,
fallé una y otra
y otra vez.
Sé que decir perdón
es lo más insuficiente,
lo más fácil;
pero no sé qué hacer.
Lo he intentado una
y otra y otra vez;
te muestras impasible.
Ni una mueca, ni una risa,
ni siquiera compasión.
Si por mi fuera,
bajaría la luna,
movería la tierra,
quemaría el universo
si con eso te contentas.
Pero ya no hay nada.
Tú y yo sabemos
que ese tren ya pasó;
que las palabras sobran,
que ya volaste, tan lejos,
que no alcanzo a verte.
Vuela libre;
a mí me sujetan
las cadenas del recuerdo.
Y por más que intente olvidarte
sé que pensaré en ti una
y otra y otra vez.