"Corazón en línea"

Capitulo I

Era Enero, nuevo año, nuevas expectativas, todo iba bien acorde los ideales que tenía del año (aún que no tenía ninguno en general).
Soy de un pequeño pueblo, me encanta la ciudad, he ido bastantes veces que ya incluso tengo bastantes amigos allá que conocí un par de años atrás, pronto me mudaré y estaré cerca de ellos.
Allí conocí a alguien especial, formaba parte de un grupo de baile, pero al final me hizo de lado y terminó regresando con su ex, como siempre me pasa (si, así es, no se me da la vida amorosa, a demás que mis padres no me dejan tener novio -hasta los 20 (contando con que tengo 17)-, pero no me molesta en absoluto).
Como sea, en el grupo de ese chico que era especial, entró un nuevo integrante (siendo 5 chicos en total), y pensé 'oh genial, otro creido', porque, siendo sincera, grupos de baile como ellos tenían a sus 'fans' cuando se presentaban, y admito que bailan bastante bien, -hasta a mi me vuelven loca, santo cielo- pero aborrezco que sea de esa manera.

En fin, jamás cruzó por mi mente que haría algo así, pero por el comienzo del año, decidí darme una oportunidad para conocerlo y tener un amigo más, así que en Facebook (pateticamente) lance mi solicitud de amistad, la cual asombrosamente aceptó casi al momento.

Un día, simplemente mandé el primer 'hola', rato después de los nervios pensé '¿habrá respondido ya?', chequé de nuevo mis mensajes, había recibido un rotundo visto de su parte. Dios, morí de vergüenza y confirmé que efectivamente sería el típico chico creído del grupo, genial.

Horas y horas después, más noche, me contesto al fin, -gracias Dios por no dejarme como una idiota-: 'holaaa, perdona, no había tenido tiempo de contestar' y ahí surgió todo, eso me motivó más y yo siendo tan noble e ingenua, creí en ello y en lugar de mandarlo por un caño (lo que debía haber hecho en un principio), continue la platica, al parecer, teníamos gustos musicales en común.

Los días pasaron y comenzamos a hablar un poco más, al parecer, el logro interesarse al menos un poco en mi (o al menos, eso llegue a notar -por los likes y reacciones en Facebook-).
Lo increíble es que no nos conocíamos en persona, pero teníamos la capacidad para que eso sucediera.
Al cabo de ciertos días, le solté que quería conversar más con el (porque en Messenger tardaba años en contestar), lo curioso es que aceptó, me emocioné (error mio), así que intercambiamos números.