Sofía era una administrativa de 36 años que pese a sus esfuerzos hacía ya más de un año que no encontraba trabajo. Estaba empezando a desesperarse, cada vez perdía más la esperanza de trabajar en lo que le gustaba y volver a sentirse útil. Tenía su currículo enviado a todas las empresas cercanas, además de estar registrada en todas las inmensas páginas de Internet que se supone que te ayudan a buscar trabajo. Aún así, hacía varias semanas que no la llamaban para hacerle una entrevista de trabajo.
El mes de Julio había llegado, ella presentía que todo iba a cambiar en los próximos días. Con la llegada del verano y los turistas, alguna empresa podría necesitar de sus servicios. Eran las 8:30 de la mañana, estaba en la cama todavía pensando todo esto. De repente sonó su móvil. Se levantó rápidamente y descolgó la llamada.
—¿Sofía Rodríguez Hernández? —le preguntó un hombre que no parecía muy mayor.
—Sí, soy yo —contestó con voz ronca, se notaba que acababa de despertar.
—Soy Francisco García López, encargado del departamento de Recursos Humanos de Sexmex. —No le sonaba nada esa empresa. —La llamo porque tengo aquí su currículo y nos encantaría hacerle una entrevista.
Sofía estaba tan emocionada que se le atragantaron las palabras y era incapaz de decir nada. ¡Su primera entrevista de trabajo después de tanto tiempo!
—¿Hola? ¿Sigue ahí? —preguntó Francisco después de darle unos segundos esperando una respuesta.
—Sí... Perdón —empezó a contestar ella—. Es que me acabo de despertar y estoy un poco distraída.
—No se preocupe. ¿Entonces crees que podrás pasarte por aquí a las doce? —El chico parecía un poco ansioso por obtener la cita.
—Sí —contestó Sofía sin pensarlo mucho—.
—Bien, la esperamos aquí en unas horas.
—Un momento, ¿dónde será la entrevista? —reaccionó rápidamente pues no tenía ni idea de adónde tenía que dirigirse.
—Ah cierto, perdón —contestó Francisco intentando quitarle importancia a que casi no le dice la dirección de la empresa—. Nuestra empresa está en República de Perú número 12. ¿Sabe dónde es?
—Sí, ¿cerca del Teatro Garibaldi no? —No salía de su entusiasmo.
—Exacto. Esperamos verla por aquí a las doce.
—Allí estaré —dijo Sofía y tras un segundo de pausa la llamada finalizó.
Nada más soltar el teléfono se fue dando brincos hacia la ducha. Estaba muy emocionada por lo que acababa de pasar. No conocía esa empresa ni sabía cómo su currículo había llegado allí. Pensándolo bien, lo había mandado a numerosas empresas, era imposible que se acordara del nombre de todas ellas. Iba pensando todo aquello mientras se duchaba, lejos de relajarse, cada vez estaba más nerviosa.
Salió de la ducha y se dirigió hacia su ropero. Tras varios minutos mirando toda su ropa sin decidirse, decidió ponerse un vestido rojo con un hermoso escote que resaltaba sus dos grandes pechos y sus poderosas curvas. Estaba algo rellenita pero a pesar de todo tenía un cuerpo bastante sexy. Se maquilló sus mejillas y sus ojos, se pintó los labios de rojo también y peinó su cabello aunque lo dejó suelto. Tardó más de lo que había previsto pero el resultado le parecía muy bueno. Se sentía bonita, si no le daban el trabajo al menos alegraría la vista del joven que la había llamado y así le agradecería las molestias por llamarla y darle una oportunidad para encontrar trabajo después de tanto tiempo. Se puso sus tacones preferidos de color negro y se dirigió a la parada del metro más cercana que la llevara a la dirección que le habían dado.
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Una entrevista de trabajo diferente +18
Short StorySofía va a una entrevista de trabajo pero todo es muy extraño. De repente lo que parecía una entrevista normal se torna en otra cosa totalmente diferente.