Capítulo 24: Una culpa que no es Mía.

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-Porque has venido?- Ciel permanecía sentado al pie de las escaleras de la terraza mientras Alois jugueteaba con un blanco gato que había entrado al patio trasero de la casa de su primo.

-Claude tenía cosas pendientes y mis padres irían de viaje a Argentina para resolver asuntos de trabajo- Alois se dejo caer sobre el pasto artificial sentándose a lo indio y el minino subió a su regazo mientras se frotaba contra su pecho.

-No quería estar solo, a demás esta semana se pronostican muchas tormentas, me da miedo- Ciel asintió mirándole ciertamente compasivo.
Si bien Alois y Ciel no eran especialmente cercanos y cariñosos -Mas por el de cabellos azulados que era bastante esquivo- su relación de primos era bastante grata, se escuchaban y aunque Ciel solía reprochar bastante a Alois se tenían una especial estima sentimental.

Ciel sabía que fácilmente su rubio primo pudo ir al viaje de negocios puesto que las vacaciones habían comenzado, aun así no indagó al respecto, lo suyo no era escudriñar en la vida de nadie, menos en las locas aventuras e ideas del eufórico chico de ojos azul cielo.

-Oye Ciel, tu has tenido parejas estables antes... alguna vez te fueron infiel?- Alois se levantó con aquella gata mimada en sus brazos y tomó asiento en las escaleras junto al muchacho que miró mal al animal.

-En primer lugar aleja esa cosa, soy alérgico- Alois rió y se sentó en el falso pasto frente a su primo tomando mas espacio aun así manteniendo la considerable cercanía para mantener una conversación.

-Si, he tenido malas experiencias en las relaciones, aun así nada doloroso- Se encogió de hombros Ciel y Alois hizo una mueca poco complacido con la respuesta.

-Como... te enteraste de ello?- Seguía acariciando a aquel animal el cual ronroneaba a gusto entre sus brazos.

-Los vi o me llegaron los rumores.

-Que sentist...

-Porque la curiosidad al respecto? Crees que Faustus te esta siendo infiel?- Alois negó con la cabeza efusivamente.

-No es eso... solo creo que... ay! no lo se, perdón- Levantó por primera vez en toda la conversación sus ojos a los de Ciel y este seguía inmutable.

-Solo sentí... decepción, quizá me halla enojado, pero mas que todo es decepción.

-Entiendo- Dijo en un tono bajo y suave Alois, pero afortunadamente audible para el mas alto.
Alois miró al cielo, las nubes grises negaban el paso de los rayos del sol. El minino entre sus brazos maulló acaparando su atención una vez mas y el rubio sonrió acariciandole tras la oreja ganándose otra vez aquel ronroneo de satisfacción.

       

   

-Alois querido, estas bien?- El mencionado levantó la vista desde su plato hasta la castaña que le miraba algo preocupada.

-Pareces algo ausente, algo te inquieta, muchacho?- Habló ahora el hombre mayor y Alois negó con la cabeza forzando una sonrisa.

-Me siento un poco mal, es todo- Empujó con suavidad y de forma cortés el plato con sus dedos.

-Quieres que llame al doctor?- Habló Rachel, la mujer extendió sus dedos a las mejillas de Alois (ya que se hallaba sentada a su lado) y palpó con suma gentileza su piel.

-No pareces afiebrado.

-Quizá solo necesita descansar- intervino Ciel. Gracias a dios lo había echo, solo deseaba dormir y pensar un poco.

-Tienes razón. Hemos preparado la habitación para ti, quieres descansar?- Alois asintió y se puso de pie.

-Perdone las molestias tía Rachel...

Fuera De Cámaras<AloisClaude. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora