No era que no pudiera verse diferente o que su autoestima estuviera por los suelos como para no lucir a su manera y era verdad no le gustaba lo diferente o lo que tuviera que ver con salir de su zona de confort, detestaba la idea de colocarse una gargantilla de estoperoles que tomó con discreción de la tienda de accesorios de su madre y es que su objetivo es estar lleno de accesorios llamativos y ropa oscura por qué no se le ocurría otra manera de iniciar una conversación con Craig así que la ropa figura entre sus opciones.
Fue cuando se examinó en el reflejo del espejo que Stan terminó decepcionado con los arreglos que le hizo a su camiseta preferida ya que en su imaginación lucia increíble pero el hueco en su espalda decía otra cosa, le declaró la guerra a su nula delicadeza para cortar tela pero no le tomaría importancia a menos que Craig le mencione algo al respecto pero es obvio que ser perfeccionista no es una de sus cualidades. Siempre aceptó la idea de que ser superficial no lo es todo pero él es la excepción, no se arrepentirá de estar con alguien que se ve bien, solía repetirse en sus pensamientos al verse por sexta vez en el espejo. Pero en esta ocasión le parecía más impactante que en los últimos mensajes de Craig se notaba la insistencia de verse, era extraño por que la mayoría del tiempo hablaban de cosas simples o solo se quedaban embobados por la sencillez con la que podían encajar algunas veces si se lo proponían y Stan tenía ánimos para durar más tiempo del estipulado junto al chico de azul.
Se quejó de su pobre sentido de la moda junto a sus uñas mal pintadas de negro como un hábito que le gusta compartir junto a Craig pero hizo lo que pudo para verse fuera de su acostumbrado estilo desenfadado por una buena causa. Por último se ató los cordones de sus tenis negros y con las palmas de las manos levemente empapadas de sudor se dejó de preocupar por cosas innecesarias como que debería preocuparse menos por como se viste o que no debe gustarle más el físico que lo sentimental que es lo que spuestamente tiene con Craig en las últimas semanas.
Ignoró los demás pensamientos o si no se iba a arrepentir de sus decisiones y se cambiaría de ropa así que finalmente salió de casa sin preocuparse de tener permiso de salir hasta tarde pero lentamente empezaron a surgir las pequeñas inseguridades cuando sintió que las escasas personas que andaban por el vecindario voltearon a mirarlo, tal vez deba ver a Craig otro día pero admite que extraña mirarlo y tomarle de las manos.
Le volvía loco tenerlo tan cerca y sediento de atención.
Perdió la cuenta de las veces que suspiró y como pudo siguió caminando hasta que todo a su alrededor deje de parecerle espantoso o simplemente que exista un golpe de suerte para pasar desapercibido, no podía calmar sus nervios y su celular vibrando por las notificaciones dentro del bolsillo trasero no se lo facilitaba. Craig podía tener el estilo de alguien exigente pero era más un hábito que se fue haciendo más notorio, o al menos así lo veía.
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