Parte única.

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Disclaimer:

Bungō Stray Dogs (文豪ストレイドッグス )
Escrito por Kafka Asagiri e ilustrada por Sango Harukawa.

Géneros:

|Angst | Drama | Slash | 

Parejas:
Dazai Osamu/Chuuya Nakahara.

N/A:

Esto lo tenía en borrador, jamás lo subí, no tenía el valor de hacerlo  y hoy me puse a  terminar de editarlo  en lugar de continuar con  otras obras, ¡Soy un desastre! perdón...  <'3 pero luego de subir esto seguiré editando otras cosas, sisisi. 
Espero que sea de su agrado, disculpen los errores.

***


En medio de ese jardín repleto de flores silvestres, una mariposa revolea, coquetamente, hasta posarse en el extremo de un cuaderno, el muchacho que lo sostiene está sentado en una silla y continúa pasando el lápiz sobre el papel sin importarle en absoluto la presencia de la mariposa porque no está observándola, ni a ella, ni al dibujo que traza, sus ojos están fijos en la nada, sus manos actúan de forma casi mecánica, como si ese dibujo estuviera grabado en su memoria, pues no puede ver lo que está dibujando, de hecho no puede ver nada, todo es oscuridad absoluta, no sabe si es día o noche, sí es invierno o verano, de qué color es la mariposa o si lo que está dibujando es correcto o no.

De pronto, se detiene al oír la puerta corrediza abrirse, por la impresión, el lápiz se resbala de sus dedos y cuando trata de agacharse para tomarlo, el cuaderno también cae, el joven no tarda en arrojarse al suelo y tantear con las manos sin obtener éxito. Con sus dedos palpa donde puede pero no puede hallar ninguno de los implementos.

El recién llegado no tarda en deslizarlos hacia su respectivo dueño, quien al encontrarlos, vuelve a ponerse de pie.

—Ten más cuidado, Chuuya —Dice, propinando un leve golpe con la punta de los dedos en la frente del pelirrojo.

—¿Dazai? Así que eras tú —Los músculos de su frente se arrugan con cierta molestia — ¿No deberías estar trabajando?

—Sí, pero quise venir a ver a un amigo ¿Acaso no puedo? Huh ¿Estabas dibujando?

—No deberías, no quiero que pierdas tu empleo —Un suspiro de resignación escapa de Chuuya, sabe que nada de lo que le diga lo hará cambiar de opinión—Sí, estaba dibujando.

De pronto, Dazai le arrebata el cuaderno para darle una mirada de cerca, sorprendiendo al pelirrojo, quien queda con las manos extendidas.

—¡Dazai!—Chuuya extiende los brazos tratando de encontrarlo para quitárselo pero el castaño es más ágil y retrocede —¡Devuélveme eso!

—Espera—Responde al observar el dibujo con mayor atención y sus facciones denotan un atisbo de tristeza al comprender que el dibujo ahora tiene falencias, la calidad de cada dibujo que Chuuya realiza parece ir desgastándose con el pasar del tiempo, aun cuando él se esfuerza por no olvidar la técnica, es evidente que tendrá que abandonarlo.

Llevan un año así, la noche del accidente era muy fría, y no dejaba de nevar, Dazai estaba con él cuando todo sucedió, después de todo, iba al volante, entonces aquel auto apareció de la nada y se arrojó sobre ellos, el golpe dañó las corneas de Chuuya y con el pasar de los meses fue perdiendo la vista hasta convertirse en lo que es ahora. Al principio fue difícil pero parece irlo asimilando aunque no del todo por un importante detalle.

El color de tus ojos / Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora