Parte 1

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Débil es el esfuerzo con que abres los ojos,

porque no hay ni un cántico animal con que añores tu casa.

Muerta está la empalizada que le rodea 

rotas todas las ventanas.

No haces un esfuerzo por cuidar tu postura,

las cuerdas vocales vacilan palabras sin mesura.

¿Perteneces al mundo ahora,

cuando tu casa perdió ya sus murallas y mundos?

¿Te protege algo tan sólido como la roca protege a aquellos castillos?

Muerta está la estancia.

Las estrellas se quedan para verte fenecer.

No añores el siguiente día

¡pues contigo ha perecido el amanecer!

La muerte del siguiente amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora