-¿Cómo te fue hijo?
-Bien mamá ¿dónde están los demás?-dijo mirando a su alrededor
-Los niños fueron a ver a tu papá y Leo tuvo que volver a la universidad-dijo Alicia pesadamente bebiendo su taza de té que todas las tardes sagradamente se tomaba después del almuerzo sentada en su cómodo sillón en la sala mientras veía la televisión, él recordaba que su madre sólo hacía eso solamente cuando estaba triste o estresada, pero eso era antes, ahora al parecer su nuevo trabajo la mantenía de ese modo todo el tiempo.
-De acuerdo mamá, estaré en mi habitación, te amo-dijo con una sonrisa enorme acercándose para darle un beso en la cabeza.
-Yo también amor, recuerda que te toca hacer la cena y llegare tarde hoy mi jefe me dejó un montón de papeles que debo revisar –dijo dándole un pequeño golpe en su mano
-Está bien mama iré a cambiarme-le dijo mientras le revolvía el cabello a su madre.
-Pero si serás niño malcriado ya ver...
Dando la vuelta subió corriendo a su habitación que se encontraba al lado del de su hermano mayor, todas las puertas eran de color blanco y el pasillo estaba cubierto por una alfombra dorada y en las paredes se encontraban cuadros de flores que antes estaban con fotos familiares pero eso ya no importaba, almenos ahora ya no .
Al entrar a su cuarto cerró la puerta con seguro , para evitar que su madre entrará, dándose la vuelta se apoyó en la puerta mientras su sonrisa se desvanecía; empezó a sentir algo húmedo que traspasaba su sudadera en su brazo, al igual que en su abdomen, sabiendo lo que era empezó a sacarse los zapatos, las medias, su pantalón, su ropa interior y finalmente su sudadera que empezaba a mancharse más, agradeció que su madre no se haya dado cuenta, recogiendo todo lo puso en el cesto de ropas sucias lo más rápido posible ,necesitaba una ducha urgente, fue a su armario para recoger la toalla que había dejado colgada pero antes de tomarla se enfocó en su espejo de cuerpo completo que se encontraba al lado , un poco asustado dejo de nuevo la toalla en su lugar cerrando los ojos giro a su izquierda ,respirando profundo abrió los ojos lentamente enfocando primero sus piernas ,esas que eran fuertes y bronceadas por los entrenamientos que hacía con su hermano en las mañanas, ya no estaban, en su lugar se encontraban piernas delgaduchas pálidas y con cientos de cortes desde sus muslos hasta un poco arriba de sus pies ,lentamente subió la vista a su abdomen lleno de moretones que estaban formándose gracias a la paliza que recibió antes de llegar a casa, levanto la vista a sus brazos, estos eran los que más le dolían ya que sus cortadas eran recientes por lo tanto sangraban más ,por último se miró la cara estaba tan delgado, alrededor de sus ojos se encontraban ojeras y un pequeño moretón sobre su pómulo derecho pero lo que más le dolió no eran sus cortes ni sus moretes, era ver tristeza y la vergüenza que sentia a través de sus propios ojos; ¿que había pasado?¿ como llegó hasta ese punto?-Hijo ya me voy, no olvides la cena –dijo su madre al otro lado de la puerta, pero al no recibir ninguna respuesta por parte de su hijo volvió a preguntar
-¿Hijo me estas escuchando? ¿Hijo estas bien?-Si mamá te he escuchado- dijo aun mirándose al espejo mientras sus manos estaban cubiertas de sangre por las heridas abiertas que él se estaba creando nuevamente con la cuchilla, ahora en el abdomen encima de los moretones que se estaban formando
- Y estoy bien mamá–volvió a responder mientras se hacia otra cortada sobre el pecho y veía por el espejo como la sangre bajaba por su abdomen
-Ahora si estoy bien –dijo lo último en un susurro, con una sonrisa y una pequeña lágrima como acompañante.
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SONRÍEME
Teen Fiction-Tendrás que hacerlo -¿Pero que pasará si no funciona? -Eso solo lo sabrás cuando lo hagas -Tengo miedo -Lo sé hijo