Paint it black (Swan Queen)

Es mi destino

Es mi destino

Oscuridad. Cuanto más habría los ojos más oscuridad me rodeaba. No sabía exactamente qué hacer ni a donde ir. Me sentía liviana, sin fuerza, como si flotara en una superficie levemente gelatinosa, pero por mucho que movía mis manos no conseguía tocar nada alrededor. Extraño, inmensamente extraño. Pestañeé. Una luz blanca brillante me chocó con fuerza y abrí los ojos por inercia. Nada. Todo pintado de negro. Cerré lentamente los ojos y vi de nuevo aquella luz. Estaba en algo así como una superficie acuosa varios metros por debajo de la superficie. A mi alrededor solo había formas brillantes, unas pocas, pero muy movedizas. Me recordaron a las medusas cuando brillan en la oscuridad del acuario de Boston. ¿Qué estaba haciendo yo antes de llegar aquí? Por mucho que quiera no puedo recordarlo. Sé que es importante, pero todo mi empeño no sirve para traerlo a mi memoria. ¿Por qué estoy flotando en este estanque resplandeciente? ¿Quién soy yo?

Emma. La palabra se me cuela en los abarrotados muros que hay en mi mente. Emma. ¿Ese es mi nombre? Emma, si, Emma Swan. Mi vida antes no ha sido fácil, no lo recuerdo bien, pero puedo sentirlo. ¿Cómo llegué hasta aquí? Emma Swan, la hija de Snow White y el príncipe Charming. ¿No era eso un cuento de hadas? Juraría que ese libro estaba en el primer orfanato donde viví. Parece que ya puedo recordar algo. ¿Por qué si tengo padres viví en un orfanato? Recuerdo a una mujer. Es muy bella. Su cabello oscuro, sus ojos intrigantes. Sé que me gustó desde el primero momento que la vi. Un niño. Sí, mi hijo. Eso tenemos en común. Henry es inteligente y fuerte. Sé que lo amó. Ella era su madre antes que yo aunque yo lo vi nacer. Deje a mi hijo cuando era solo un bebe y ella lo crio. Nos odiamos, nos ayudamos, con el paso del tiempo nos entendimos hasta preocuparnos una por la otra, hasta amarnos. Yo ofrecí mi vida por la suya y por eso estoy aquí. Esa mujer se llama Regina. Regina Mills.

-Emma.

Y esa es su voz. Abrir los ojos es inútil, no puedo ver nada. Mejor cerrarlos y esperar. Debo esperar. Ella me encontrará, sé que lo hará. Ella es mi destino.

-¿Emma? ¡¿Emma!? – Regina me absorbió de mi memoria y me vi lejos del sitio donde este estuve esperándola - ¿Estás bien? Ya llevas unos minutos abstraída.

-Sí, es que estaba recordando algo que no estoy segura si soñé o no – dije y le sonreí – es decir, creo que fuera un sueño, pero a este punto todo puede ser real.

-¿Qué era? – me preguntó.

-Cuando desperté después de morir – le expliqué – casi no recordaba quien era ni que hacía aquí, ¿será algo normal?

Regina meditó unos segundos – quizás es porque estás lista para avanzar – me dijo finalmente.

-¿Avanzar? – cuestioné dubitativa.

-Ir al cielo por así decirlo – suspiró escondiendo un dejo ansioso en la voz – o aquel sitio que los dioses olímpicos señalaron como "Campos Elíseos".

Me detuve tratando de entender las cosas y de tener una conversación con Regina sin que todos supieran todo –, pero ¿cómo? – Pregunté impresionada – he matado una persona y me he portado horriblemente con todos – moví las manos visualizando mejor todos mis errores – diablos, hay media población de enanos que son adornos de jardín ahora mismo y ni siquiera son bonitos.

Regina sonrió suavemente y me habría contestado, pero Hades se carcajeó a unos metros de mí y exclamó – ¡Esa es muy buena! – me di cuenta que nos estaba oyendo y Regina lo miró de una manera poco feliz- ¿y qué esperaban? Están a 10 metros de nosotros hablando demasiado fuerte – hizo una pausa para agregar – y soy un dios por lo que lo escucho todo – nos llamó con la mano – vengan para acá de una vez que no estoy seguro cuanto tiempo te va a durar la anti-gravedad – señaló los pies de Regina – sin contar con que quiero enterarme, faltaba más, no me iba a perder el desenlace de la historia habiendo visto la introducción, el desarrollo y mucho más que ni siquiera puedo catalogar como totalmente apto para todo público.