Veía como una hermosa pelinegra dibujaba con concentración el paisaje, formado más que nada por árboles y juegos infantiles, lo gracioso es que no hay día en que no pase por ese parque, solo para verla dibujar, quedándome ahí hasta que ella se va, me sentía abrumado cuando el viento movía su cabello negro, sin desconcentrándola, incluso a lo lejos puedo distinguir que sus ojos son tan grises como un día de lluvia, pero con mucha más alegría, deje que mis ojos viajaran por su rostro, con forma de corazón, hasta sus manos, siguiendo cada movimiento del lápiz, el cual rasgaba y marcaba el papel blanco. Soy... algo tímido, de no haberlo sido me hubiera acercado a ella hace semanas, le hubiera invitado o un helado o un café, lo que ella quisiera.
Mis ojos se agrandaron y mi boca formo una perfecta "o", al ver a un chico de cabello castaño, acercarse a ella, en todo este mes que la "espiaba", por decirlo de alguna manera, no le había visto, el muchacho beso sus labios, o su mejilla, no lo sé realmente, le tomo la mano para que se levante, mientras yo me encontraba ahí, sentado en un banco viendo como se la llevaba, los dedos de el con los de ella se entrelazaron, sentí morir un poco, ver tal cercanía me rompía el corazón.
Sin poder evitarlo mi dibujante levanta la mirada, encontrándose con la mía, vi como sus mejillas se sonrojaban lentamente, y como apartaba la vista, ¿Qué fue lo que paso pequeña? ¿Porque no me puedes mirar un poco más? ¿Hice mal en no hablarte? Me preguntaba, mi dulce dibujante miraba a su acompañante, sus ojos brillaron al encontrarse con los de él ¿Por qué fue que no me miraste de esa manera hace unos momentos?
Ambos, castaño y pelinegra, iban caminando en mi dirección, rápidamente mire hacia otro lugar, a su vez también mantengo la decisión de hablarle, sin importarme que se encuentre su novio, pero cuando está a unos pasos de mi me congelo y no lo hago, mi lengua se traca, y las palabras que tanto luchan por salir quedan atrapadas, congelado de verla tan de cerca, encandilándome con su belleza, mi corazón se acelera cada vez que se acerca, unos pasos más y se encontraba frente de mí. Y con eso decido volver a casa.
Hoy en la noche hay un baile, tengo pensado ir con mis amigos, pensándolo bien el castaño que vi en el parque se parecía bastante a un gran amigo mío, pero quite esa posibilidad de la cabeza, Liam Payne no sería capaz de hacerme una cosa así, él sabía perfectamente lo que siento por esa chica, me visto con rapidez, corro hacia el garaje, enciendo el auto y voy a casa de Liam , aparco el carro frente a su hogar, salgo para tocar su puerta.
Me llevo otra sorpresa en el día, quien me abrió fue la pelinegra con sus labios pintados de un color rosa, quise besarlos al instante para por fin saber cómo seria su textura, miro hacia el piso y formo mis manos en puños, decepcionado le ofrecí una mano.
-Em... soy Niall-Dije con los nervios a flor de piel, ella ladeo la cabeza, parpadeando rápidamente, aun así sonrió.
-____, un gusto...-Por fin se su nombre, pero eso no me reconforta del todo.
Seguido de ella aparece Liam, ambos se suben a mi carro, vamos a recoger a otra pareja, conformada Louis y Eleanor, finalmente fuimos al baile, es triste ser el único sin pareja, pero aún más triste es cuando la chica que quieres va de la mano de uno de tus más grandes amigos.
Al llegar Liam el pide su el primer baile, Louis hace lo mismo con Eleanor y yo me quedo ahí, mirándola bailar lentamente, con su cabeza en el pecho de Payne, eso me mata por dentro, ¿Cómo es posible que no se de cuenta? Todo ese tiempo en que la miraba, más de una vez me atrapaba espiándola, James baja el rostro y besa la comisura de tu labio, como desearía ser yo el que lo hiciera.
Liam la mira como a mí me gustaría hacerlo, hace cada una de las cosas, de las cuales yo habría mucho mejor, no es por presumir. Si tan solo pudiera regresar el tiempo y hablarle, presentarme como es debido, invitarle a salir y cortejarla, ya sabes, porque tengo tres pequeñas y simples palabras que me encantaría decirte.
La pieza de baile termina, ___ con Liam vuelven, tu sonrisa me ilumina como ninguna otra chica lo ha hecho, es tan hermosa como tu, se sientas a mi lado, no sin antes detenerte a escuchar lo que mi amigo le decía, sonrojándose fuertemente, acercas tu silla un poco más hacia mía, tan cerca que nuestras manos se rozan, una corriente eléctrica recorre mi cuerpo, bebo del vaso que mantengo sobre la mesa, por los nervios me bebo todo el contenido, ____, mi dibujante, mi princesa, me ve preocupada, colocando una mano sobre mi brazo.
-¿Qué sucede Niall?-Pregunto, frunciendo levemente su ceño, incluso así es preciosa, su boca se abre un poco, para volver hablar, yo le detengo, no me importa si Liam me ve y me lo recriminará, solo quiero besarla, atraje su rostro al mío, colocando una de mis manos en su mejilla y la otra en su nuca, besando finalmente sus labios, suaves, es una boca suave, me encanta, ella no supo cómo corresponderme, pero concorde pasaban los segundos por fin lo hizo, la falta de aire se hizo presente entre los dos, me tuve que separar de ella, apunto de decirle que lo sentía, aunque realmente no lo hacía, aparece James nuevamente.
-¿Ella es de quien me hablabas?-Pregunto, mi boca se secó, sin saber que decir o que contestar-Con que se trataba de mi prima.
-¿Prima?-Pregunte desconcertado, ambos asintieron, ahí fue cuando lo entendí, el beso el parque no fue en los labios, si no que fue en su mejilla, sin poder creerlo asentí, feliz, ella me correspondía, no tenía novio, ¿Cómo no estarlo? Claro que tengo que aceptar que James me amenazo, si algo le sucedía a la pequeña ___ de 18 años, yo me haría responsable, no me importaba, también velaba por su seguridad.