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No llevaba la cuenta de cuantos tragos llevaba bebiendo pero estaba segura de que no habían sido pocos.
Me sentía tan triste y desecha que la unica manera de salir por un momento del dolor fue bebiendo. Y eso hice. Logrando olvidarme por unos segundos de mi oscura realidad. La realidad de la cual quería desaparecer.
Apagué el celular antes de entrar al bar para poder disfrutar del momento que me estaba dedicando. Sabía que con esta acción Chris se enfadaría mucho debido a la preocupación, pero por un momento no me importó. Porque de tanto preocuparme por los demás, perdí a lo que más quería.
Levanté el dedo esperando ser atendida por el muchacho detrás de la barra, en cual llego enseguida y me observó negando.
-señorita, le hará mal beber tanto- dijo éste.
-necesito uno más, por favor- hablé como pude colocando mi cabeza sobre mi brazo. El chico suspiró y llenó el vaso dejando un nuevo trago a mi disposición, el cual acabé enseguida.
La campanilla de la puerta sonó indicando un nuevo cliente. Mis fuerzas eran demasiado escasas como para girarme a ver quien era, pero al sentir el aroma familiar me lo imaginé.
-quiero explicaciones, ahora- habló con voz seria observándome de brazos cruzados a un lado de la butaca donde yacía sentada.
-que quieres que te explique? Llegué a este bar, comencé a beber y ahora estoy borracha, no tiene mucha historia- dije sin despreocupación.
-acaso sabes lo preocupado que me tenías? Tienes una idea de lo mal que me tenia imaginarme que algo malo te habia pasado?- preguntó con tono dolido.
Me encogí de hombros y dejé el dinero sobre la barra para después dirigirme a la puerta con él pisandome los talones. Me estaba comportando como una maldita perra sin sentimientos, pero siendo sincera lo que más deseaba ahora es no tenerlos.
-Denice- me llamó pero lo ignoré -Denice!- repitió pero seguí caminando -Denice puedes oírme!?-
-que quieres Christopher!?- pregunté dándome la vuelta bruscamente -no puedes dejarme en paz cinco minutos?-
-tu manera de estar en paz es bebiendo?-
-es eso o la muerte- respondí. Había exagerado con mis palabras pero siendo sincera poco me importaba. Ahora muy pocas cosas tenían sentido para mí y cuestionar mis palabras no estaba en la lista.
-Amor, ya pasaron cinco meses y sigues igual, debes superarlo, si?- musitó, tomándome de los hombros suavemente y observándome fijamente a los ojos, de esta manera noté que los suyos estaban vidriosos y que sus labios hacían un intento de sonrisa.
-Chris no soy tan fuerte- murmuré con la voz rota -jamás lograré superarlo. Soy lo contrario a ti entiendes? No estoy hecha para soportar este tipo de situaciones, tal vez porque la vida siempre fue rosas para mí, no estoy lista para superarlo aún porque fue mi culpa comprendes?-
-no fue tu culpa- negó limpiando las lágrimas que rodaban por mis mejillas -nada de lo que ocurrió fue tu culpa-
-si lo fue, Chris- asentí llorando desconsoladamente -yo... ni siquiera entiendo porqué sigues queriéndome, porque sigues a mi lado después de lo que te hice pasar, después de matar a nuestro hijo- con mucho dolor pronuncié aquellas cuatro palabras.
Percibí el dolor oculto tras su mirada y me arrepentí por haber pronunciado aquello, otra vez. Tomó una gran bocanada de aire, intentando que su voz no sonara quebrada y rota, tal como ella lo estaba por dentro.
-porque no fue tu culpa- me atrajo a su pecho y continuó hablando con voz rota -no lo fue, amor, solo sucedió y ya. Pero recuerda que el o ella ahora es un Ángel que nos cuida de donde quiera que esté-
Mi pecho subía y bajaba al ritmo de mis sollozos. Mojé toda la camisa en la zona de su pecho, pero la verdad no me importó, yo solo lo quería a el, a sus cálidos abrazos y a sus dulces miradas. Necesitaba sentir que no me odiaba, que no estaba sola, porque sabía que sin Chris no podría lidiar con todos los pensamientos dañinos que mi mente creaba en cada segundo.
La pérdida de nuestro bebé fue la peor noticia que recibí en toda mi vida. Mi mayor miedo siempre fue perder a alguien demasiado importante para mí, y aunque con todas mis fuerzas traté de evitarlo, solo pasó, y aunque todos dicen que no fue por mi culpa, una parte de mi aún no acepta mi inocencia. Además muchos dicen que la muerte es algo inevitable, que pasa porque tiene que pasar, y que si se van es porque los necesitan en otra parte.
La depresión en la que caí en estos meses fue tan grande que hasta logró hacerme perder diez kilos. Me despidieron de mi trabajo debido a mi ausencia y al único que siempre tuve fue a Chris, y le agradezco de corazón todo lo que hizo por mi en este tiempo. Nunca supe demostrarle todo el amor que le tenia, nunca fui buena en eso, y es por eso que temía ahora. Que tal si se cansa de mi y me deja por otra? No sabia si podría soportarlo.
-te amo Chris, con todas mis fuerzas- susurré como pude aún con el nudo en mi garganta.
-yo más, linda- contestó -ya verás que lograremos salir de esta, y recuperaremos todo lo que la vida nos quitó-
Y es esa persona especial que llega a tu vida la que es capaz que alegrarte cuando estás mal, de siempre apoyarte sin reprocharte. Esa persona es única y especial, esa persona es tu luz en la oscuridad. Y esa persona en mi vida era Chris, a quien amaba y protegería incondicionalmente, aún cuando no sea mutuo o cuando no esté a su lado físicamente.
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Sad, lo sé Espero Denice que te haya gustado. Lo hice con todo mi amor y cariño No olviden hacer sus pedidos al privado y avisar si quieren una dedicatoria en alguno de los one-shots. Bye
