Capitulo único

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Disfrutenlo corazones uwu

Centroamerica 6:00 a.m

Los primeros rayos del sol comenzaban a hacer su aparición, la gente comenzaba a salir rumbo a sus trabajos, las madres levantaban a sus hijos para ir a la escuela y la representación de aquel pequeño país se encontraba en su gran oficina con varios papeles regados en todos lados y una buena taza de café bien fuerte en sus manos.

—Я устал... (Estoy cansado...)

Aquél pequeño país suspiro llevaba toda la noche preparando un informe para su amigo y aliado euroasiático y estaba bastante cansado. Tomo un sorbo de su café dispuesto a levantarse e ir a acostarse un rato cuando por la puerta aparecio su hijo más pequeño cuyo nombre es Heredia

—Papi...¿Éstas aquí?.— él pequeño herediano se adentró en la habitación abrazando su pequeño osito de peluche y acomodándose la pijama que pertenecía a su hermano mayor, Cartago.— P-perdon si te estoy interrumpiendo papi pero....t-tengo hambre.

—No te preocupes por eso pequeño, papi no estaba haciendo nada importante. Ven vallamos a desayunar algo.— Él tico dejo la taza ya vacia en su escritorio, se levanto del escritorio, tomo al pequeño en brazos, salió de aquella oscura oficina bajando a la primera planta y se adentro en la cocina encontrandose con San José trepado en los hombros de Puntarenas intentando alcanzar un tarro lleno de galletas mientras Limón y Guanacaste le daban indicaciones de donde se encontraba el tarro a la vez que Cartago y Alajuela, que se suponía debían estar vigilando que no llegara él tico, estaban jugando con la harina que sus hermanos botaron hace rato.

—Podrían explicarme, ¿que están haciendo ustedes seis?.— al escuchar la vos de su padre San José cayo de los hombros del más alto gritando, Guanacaste y Limon entraron en pánico, Cartago y Alajuela salieron corriendo y Puntarenas observaba a su padre con cara de "estos enanos me obligaron a hacerlo". El tricolor solto una ligera risa bajando a Heredia de sus brazos adentrándose más en aquel desastre que antes era su cocina.

—Bien chacalines ayudenme a limpiar este desastre y luego que les parece si desayunamos un buen pinto con queso, maduro frito, natilla y un vaso de café o agua dulce.— Los siete niños ( Cartago y Alajuela regresaron cuando escucharon la palabra desayuno) gritaron un "Si" a todo pulmón comenzando a ordenar en lo que el tico comenzaba la preparación de aquel desayuno típico.

(...)

Entre risas habían desayunado y ahora aquellas revoltosas provincias se encontraban en el gran patio jugando mientras él tico y su hijo mayor, Puntarenas, se encontraban lavando los trastes del desayunó.

—Sabes padre Limón y yo estuvimos hablando y pensabamos que tal vez... podríamos ir a pasear a algún lado ¡Claro si no estas muy ocupado!.— Hablo Puntarenas jugando con sus manos bastante nervioso a que su padre se negara despues de todo CR debido a las resientes protestas provenientes toda su región no había tenido mucho tiempo para estar con sus hijos.

—Me parece una buena idea ¿Qué te parece una salida al Parque de la paz?.— Los ojos de Puntarenas se iluminaron con ilusión asintiendo con su cabeza rápidamente la respuesta de su padre le alegró él día.

—Ven hijo vallamos a avisarles a tus hermanos.— Él tico acarició la cabeza del menor y salio al gran patio de su casa, que curiosamente daba con la cocina, encontrando a quién todos consideran su hijo favorito con una pistola de agua cargada disparandole a sus cinco hermanos mientras estos gritaban para que se detuviera. CR suspiro su pequeño chepe era todo un vándalo.

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