Bésame, bésame,
que no existe mejor poesía,
que la de tus labios.
Nuestras bocas unidas,
como niños,
juegan a encontrarse.
Ámame, ámame,
permíteme en tu corazón vivir,
como mi único hogar.
Deja que nuestros cuerpos bailen,
al unísono de una canción romántica,
que el mismo Apolo,
ha escrito para nosotros.
Abrázame, abrázame,
que sólo te pido,
que nunca dejes de besarme,
de la misma manera, que hoy lo haces.