28: Evitación.

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   28| Evitación.

Tres días habían pasado desde aquella pequeña declaración en el sofá de mi casa y adivinen...

Si, lo he estado evitando como si de eso dependiera mi vida.

Miles de llamadas y mensajes me habían estado llegando a tal grado que el cambiarme de número pasó por mi mente, sabía que no podía evitarlo siempre pero debía de hacer todo lo posible para lograrlo.

Cerré mi casillero y empecé a caminar fuera del instituto, solo quería llegar a casa después de una larga junta del comité algo pesada. El tema del baile de este año todavía no era elegido y habían muchas propuestas.

–¡Karen! – el grito de Noah hizo que quisiera tener super velocidad.–¡No me ignores, Karen!

Cómo si a la pared le hablara seguí caminando lo más que mi metro cincuenta y ocho me permitía, Dios ¿Por qué no me diste largas piernas?

Un fuerte jalón hizo que me deteniera. Joder.

–¿Qué quieres?– pregunté de mala gana.

–Tengo que hablar contigo.– dijo serio.

–Pero yo no, si me disculpas– intenté safarme de su agarre pero él no me dejó apretando un poco más pero sin lastimarme.

–Intente hacerlo por las buenas, pero no me dejas de otra.– Noah pasó una mano por mi cintura y me arrastró hasta su automóvil, abrió su puerta y de mala gana me metí en el. Noah se metió después y empezó a conducir a sabrá Dios donde.

Las calles pasaban rápido junto a los árboles y las personas, ¿A dónde nos dirigimos? No lo sé. Un ambiente tenso se sentía en el automóvil, me sentía incómoda porque aquella pequeña escena todavía se repetía en mi casa como si hubiera ocurrido hace cinco minutos, su toque seguía grabado en mi memoria, todo de lo que pasó aquella tarde.

Noah estacionó y me di cuenta que estábamos en la nada, ¿Pero qué...?
Bajé del automóvil y seguí a Noah el cual había empezado a caminar por un pequeño sendero. ¿Me va a secuestrar?

–No te voy a secuestrar, tranquila.– habló por primera vez en todo el camino– solo quiero hablar tranquilamente contigo.

Llegamos a una pequeña cabaña donde entramos en silencio. El olor a madera inundaba el lugar, pero era un olor agradable, un pequeño comedor estaba en el centro de la estancia y a un lado unos muebles que combinan bien con el lugar.

Me senté en el mueble individual y me quedé observando el lugar, Noah tomó asiento en un mueble frente al mío. Los primeros minutos fueron totalmente incómodos, ya que ninguno hablaba. Me pare del asiento y empecé a recorrer la casa, era muy bonita. Encontré una puerta que daba hacia afuera donde se veía un lago a unos cuantos metros, salí de la casa y caminé hasta el pequeño lago donde me senté.

Todo estaba en silencio, el sonido de la brisa moviendo los árboles me estaba dando sueño. Seria muy bonito vivir aquí, con esta vista todos los días.
Sentí a alguien a un costado mío, Noah se quedó callado a lado mío.

—Me gustas.— habló después de varios minutos en silencio. Mi corazón se aceleró tan rápido que sentí que se me saldría.— Jamás imaginé que me gustaras, cuando te conocí me llamaste la atención por ser la amiga de la acosadora de Hugo, cuando bailamos aquel día de la fiesta pude observarte muy de cerca y Dios, si que eres bonita. Después de la fiesta dejaste algo en mí que me hacia querer volver a hablarte, pero no sabia cómo. Me dijiste que estabas embarazada y enserio no lo podría creer, porque es algo muy grande que no se toma a la ligera, poco a poco me fuiste gustando, Karen.
《Me fuiste gustando poco a poco, hasta llegar el momento en que me vuelvo loco solo con una sonrisa tuya, me encanta cada parte de ti; tus gestos cuando algo no te gusta, tus hoyuelos cuando ríes, tus grandes ojos, tus cachetes, tus labios, tu cuerpo tal y como es y cada parte de ti, tu solidaridad con tus amigos, tu forma de encajar bien con la gente, Dios, enserio me gusta cada parte de ti. No sabía cómo decírtelo, lo supe desde aquel día cuando te quedaste dormida en tu casa sobre mi, no pude pensar que sería de mi si no me hubieras dicho que estabas embarazada, mi vida ha cambiado mucho desde que entraste a ella. Sé que estarás pensando en que es una broma, pero enserio, déjame demostrarte que no es así, que lo que siento por ti es enserio, dame una oportunidad, karen.》

Noah terminó de hablar y se quedó mirándome fijamente. Estaba en shock, ¿Enserio Noah acababa de confesarse ante mi? ¿Enserio acaba de decirme que le de una oportunidad para demostrar lo que en realidad siente por mi? ¿Noah me gusta?

No seas estúpida, sabes que te gusta y no te quieras hacer tonta.— recuerdo lo que me dijo hace tres días Kat, tras quedarnos hablando hasta muy noche sin poder dormir.— Karen te lo noto hasta por la nariz, la forma en que te mira y en que lo miras, Dios, es única. Puedo apostar mi colección de discos de Ed Sheraan a que enserio le gustas.

Regresé a la realidad y Noah seguía esperando una respuesta. Katlyn tenía razón, no podía hacerme tonta, Noah me gustaba y mucho.

—Tú igual me gustas — hablé después de varios minutos callada llamándo la atención de Noah, Noah sonrió.— y te daré esa oportunidad, no la desperdicies.

Noah asintió y me jalo hacia él y me dio un beso el cual correspondí gustosa, enserio había extrañado sus labios.

—Te demostraré lo mucho que me gustas, Karen.— dijo antes de volverme a besar.

El resto de la tarde nos la pasamos en esa pequeña casa a la orilla de la nada, viendo películas, charlando o simplemente basándonos. Al empezar a entrar la noche Noah me llevo a casa y se despidió de mi con un beso. Entré a mi casa y mi madre me estaba esperando en la sala junto con Kendall.

—¡Holaaa!— las saludé con un sonoro beso a ambas.— Sé que me dirán algo por llegar tarde, pero tengo una buena razón para llegar tarde, Noah me llevó a una casa en medio de la nada y se me declaró, me pidió una oportunidad y se la di, así que no se enojen y estén feliz.

Mi madre y Kendall sonrieron.

—Cielo, ya lo sabíamos,— habló mi madre.— Noah me pidió permiso para llevarte hasta allá, pero estamos muy felices por eso.

La verdad debí suponerlo, mi mamá es capaz de llamar al presidente si llego a desaparecer más de dos horas sin avisar. Subí aún emocionada por todo lo que había pasado y me di una larga ducha, al salir de la ducha me puse mi pijama y me acosté lista para dormir.

Mi celular sonó indicando un mensaje.

"Donador de esperma: linda noche, mañana pasaré por ti para ir a la escuela, en serio gracias por este gran dia, te quiero 💗"

Con una gran sonrisa le respondí

"Gracias a ti, yo igual te quiero."

Dejé el celular en mi mesita de noche y caí rápidamente en los brazos de morfeo con una gran sonrisa.

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¡Ay no, que emoción!

Creo que este capítulo lo corregire al término de la historia, pero aquí se los traigo; espero que les guste mucho mucho y gracias a todas aquellas personas que votan y cometan, me hacen muy feliz.

Este capítulo está un poco corto y es que  tuve una gran semana y  muy pesada y llena de problemas que no tuve mucho tiempo de escribirlo como quería, pero prometo hacer un maratón pronto y que sean un poco más largos.

Por esta ocasión no habrán preguntas como todos los capítulos, discúlpenme. Espero que su semana inicié bien y que puedan cumplir todas sus metas semanales.

Les quería agradecer porque ya son 21k de lecturas y eso me pone muy feliz de que gente lea mi historia, gracias en serio.

Nos leemos pronto.
-E

Puntería Perfecta. [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora