• I N F O R M A L • yoonmin +18

07

Los dos habían amanecido en la misma cama, el menor abrazando cálidamente a su gerente y este, correspondiendo. JiMin sentía los marcados músculos del ajeno a través de las sábanas, rozando su pálida piel con cada uno de sus dedos aún con restos de semen. Adolorido de la parte trasera, se levantó y dirigió cojeando hacia la ventana del lujoso departamento para abrirla y así despertar al mayor. Entre gruñidos y quejidos, YoonGi se despertó maldiciendo al que lo había hecho, y se levantó para ver la hora. Ambos se dieron cuenta de lo tarde que era, e inmediatamente comenzaron a alistarse para ir a trabajar.
YoonGi dejó a JiMin que se vaya al trabajo solo, ya que si los veían llegar juntos, levantaría un montón de sospechas y rumores, los cuales no eran buenos para la reputación ni de la empresa, ni del gerente. Además, no le gustaba que lo vieran relacionado con un simple secretario.
JiMin estaba feliz, no podía ver a su gerente de otra forma que no sea "me gusta". Haga lo que haga, para JiMin, YoonGi siempre será perfecto, sin importarle los errores que esté ignorando (o no quiera ver) de su querido gerente. Tal vez le faltaba amor propio y un poco de dignidad.
Ambos llegaron al edificio, YoonGi más temprano porque iba en coche, él todavía llegó a tiempo a comparación de JiMin, que fue en bus.
Apurado, JiMin llegó sudando al edificio, subió hasta la oficina en donde trabajaba y no fue grata la sorpresa que se llevó al notar que habían cambiado al jefe de su área. El nuevo jefe dio un giro con ayuda de su silla, y saludó con su característica sonrisa pícara a JiMin.

—¿¡Tú qué haces aquí!?

Preguntaba JiMin muy sorprendido, todavía no se explicaba cómo es que alguien como él volviera a ser contratado por la misma compañía a la que dejó en terribles condiciones en el pasado.

—¿Eres tú mi nuevo secretario?

JungKook no dejaba de hablar con cierto tono de ironía, él se estaba divirtiendo con las reacciones del castaño y quería seguir provocándolo, ya que a su parecer, se veía demasiado bien cuando estaba en ese plan.

—Tiene que ser una broma...

—No lo es, y no olvides que llegas tarde justo en el primer día de tu nuevo jefe, así que ponte a trabajar de una vez.

Maldiciendo su existencia en silencio, se dirigió hacia el lugar en donde siempre trabajaba, al costado del jefe, donde podía el secretario estar a su disposición en todos los sentidos.
JiMin no se encontraba para nada enfadado, creía que terminar siendo amigo de su ex pareja sería algo positivo. Tenía muy en claro el hecho de que solamente quería a uno y ese era Min YoonGi, así que no sospechó ni un poquito de las intenciones del menor.

Estaban tranquilos trabajando en un silencio incómodo, que fue cortado gracias al sonido del teléfono recibiendo una llamada.
JungKook le dio la orden a JiMin para que contestase, no parecía nada raro, ya que recibían llamadas a diario desde otras áreas para uno que otro recado. En unos segundos, JiMin ya se encontraba hablando con la otra persona a través del teléfono.

—Departamento de marketing? En qué puedo ayudarle?

—Ven a mi oficina.

No era nada más y nada menos que Min YoonGi con el que se estaba comunicando, el cual definitivamente no lo buscaba por motivos de trabajo, sino para cosas más turbias, como de costumbre.
JiMin colgó la llamada y le avisó al jefe JungKook que iba a dejar unos documentos al otra área, se fue de su oficina con cierta inseguridad para después dirigirse a donde estaría su hombre (aunque todavía no eran nada).
Unos segundos después de que JiMin se marchara, sonó otra vez el teléfono, la llamada pertenecía de la misma persona que hace un rato había llamado: Min YoonGi, que se había olvidado de decirle algo muy importante a JiMin.
JiMin ya se había marchado, así que JungKook tuvo que levantarse de su gran silla para contestar.