CAPÍTULO 23

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-Melanie-

Me despierta el sonido del reloj y me dan ganas de estamparlo contra la pared ya que no tengo ganas de ir a clase, todavía sigo muy dolida con Jenny y no me apetece ni verla pero aún así tengo que aguantarme y lo peor de todo, aguantarla a ella.
Me levanto rápido e intento vestirme deprisa ya que hoy me toca ir andando porque mi madre está trabajando, así que como puedo desayuno una manzana y salgo por la puerta.
Lo primero que no quería que pasara pasa, me encuentro a Jenny con el coche diciéndome que suba y para no escucharla lo hago.
Cuando veo que nos pasamos el instituto me pongo nerviosa ya que no sé a qué lugar me va a llevar pero el corazón comienza a latirme mucho más cuando me pone una venda en los ojos para que no vea donde nos encontramos.
Al fin me la quita y no puedo evitar sonreír, me ha llevado a desayunar a la playa y me parece muy bonito ya que nunca nadie me había hecho este tipo de sorpresa.
Tras estar en la mesa Jenny se disculpa por su comportamiento de ayer algo que agradezco bastante y después de ello comienza a vacilarme pero no dejo que siga ya que me abalanzo sobre ella hasta tirarla en la arena, empiezo a darle besos en el cuello y muy segura de ello le digo :

-Te voy a hacer el amor.

-Házmelo niñata –contesta entre risas.

-Vale anciana –le contesto yo también riéndome.

Doy paso a la práctica empezando a recorrer mis labios por su cuello, desciendo a su pecho y sin pensármelo le quito la camiseta, pero con cuidado ya que quiero empezar delicadamente. Le quito el sujetador mordiéndolo y me dirijo directamente a sus pechos y comienzo a masajearlos a la vez con mis manos, finalizo el masajeo tras varios minutos y empiezo a llevar mi lengua a uno de sus pechos, específicamente a su pezón. La miro a los ojos y con una sonrisa pícara recorro mi lengua por él, decido empezar a lamerlo lentamente pero cuando veo que cierra los ojos dejo la delicadeza a un lado y lo chupo rápidamente sin pausa haciendo que se retuerza, lo lamo y lo chupo una y otra vez para provocar la excitación en su interior y cuando termino con uno de sus pechos me dirijo al otro para después morderlo muy suavemente para no hacerle daño y repetir la misma acción que con el otro pezón.
Bajo a su abdomen y comienzo a dejarle pequeños besos húmedos por todo él, me subo mejor encima de ella y a la vez que beso su vientre voy acariciándola con mi mano a lo que me responde con una sonrisa, muy decidida voy bajando poco a poco hasta encontrarme delante de su pantalón, cosa que me molesta. El estorbo de su pantalón se va ya que empiezo a bajárselo pero esto con más rápidez ya que tengo bastantes ganas de saborearla.
Una vez ya bajado su pantalón para tener unas mejores vistas no puedo evitar ponerme más caliente que anteriormente al contemplar su cuerpo semidesnudo, recorro lentamente sus piernas mediante besos y subo lentamente por sus muslos, llego a su entrepierna y le dejo muchos más besos húmedos y empiezo a lamerla muy cerca de sus bragas.
Para provocarla decido pasar mi lengua también por encima de sus bragas de una manera muy lenta dándole en el punto exacto para hacer que gima. Sus gemidos me ponen lo suficiente como para ir a una velocidad más rápida pero entonces me agarra fuerte del pelo y como puede me dice que pare, yo decido hacerle caso ya que si sigo se va a correr y no quiero que lo haga, todavía no.
Subo de nuevo y le doy unos cuántos besos en su rostro para darle tiempo para que respire. Cuando veo que ya ha descansado lo suficiente vuelvo a recorrer su cuerpo y me paro de nuevo en sus bragas, las cuales decido bajar lentamente a la vez que voy mirando a Jenny con una cara de deseo.
Una vez ya bajadas le abro las piernas un poco más a Jenny y me tumbo en la arena para tener mejores vistas sobre su intimidad.
Comienzo a darle placer recorriendo mi lengua por su clítoris de una manera provocadora y sensual, Jenny enseguida empieza a gemir, gemidos que cada vez van aumentando a medida que mi lengua aumenta la velocidad.

-¿Te gusta? –le pregunto a Jenny disminuyendo un poco la velocidad pero sin parar.

-Sí, si... si... gue... -contesta como puede sin dejar de gemir y también sin abrir ni si quiera los ojos.

-Tenía ya ganas de saborearte –le digo yo también excitada.

Después de terminar con mi lengua en su centro la noto muy húmeda y eso significa que está a punto de correrse así que decido introducir un dedo en su interior lentamente para luego introducir el segundo y más tarde el tercero hasta el punto de mover los tres al unísono de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba varias veces incrementando la velocidad y provocando que no deje de retorcerse y gemir.
Al notarla más húmeda que anteriormente decido complementar el movimiento de mis dedos con mi lengua pero esto más lentamente.

-Esto no ha acabado aquí –me dice corriéndose del placer.


¡Hasta el siguiente capítulo chic@s!🤗❤️

_María_


No volveré a dejarla ir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora