Parte única

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Jeongguk estaba cansado, había trabajado todo el día sin parar en la comisaría, pero realmente necesitaba despejarse y salir a bailar.

Llamó a su mejor amigo Yugyeom pero este le dijo que no podía salir porque ya había arreglado con su novio, Kunpimook. Al resto de sus amigos no le gustaba salir con él porque siempre se perdía y no aparecía hasta el día siguiente.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó que su detective acompañante de caso, Park Jimin, había entrado a su oficina compartida. Ese tipo lo dejaba sin aliento. Con su cabello rubio perfectamente peinado, sus labios que parecían dos cerezas, sus ojos pequeños pero igualmente penetrantes y un físico que lo dejaba babeando. Además de que siempre era amable, comprensivo y sumamente inteligente; habían generado una gran confianza gracias a los casos que compartían.

El único problema es el apetito sexual que el rubio le generaba a Jeongguk. Cada vez que lo escuchaba hablar con esa voz ronca solo quería que lo hiciera gemir. Cada vez que lo veía desvestirse por el calor de su oficina se excitaba tanto que corría al baño excusándose con que se orinaba.

Cuando se percató de la presencia de Jimin, una idea cruzó por su cabeza-¡Hey, Jimin!-exclamó alegremente-¿Tenes algo que hacer esta noche?

El pelirubio se sobresaltó un poco, dado que el castaño estaba muy callado pero negó con la cabeza- ¿Por qué Kook, queres invitarme a algún lugar?-sonrió de lado sabiendo que así provocaba al menor.

-De hecho sí hyung, quería ir a bailar hoy y sería muy divertido si me acompaña también.

El pelirubio aceptó de inmediato con la idea de que podría ver al castaño mover sus caderas y su lindo culito toda la noche.

🍒

Jeongguk se miraba en el espejo de pared de su living esperando que su mayor tocara el timbre avisando que llegó. Estaba un poco nervioso porque, si bien siempre estaba a solas con él, era en su lugar de trabajo y hoy iba a poder insinuarse y coquetearle.

Se había puesto un pantalón negro ajustado que resaltaba sus enormes muslos trabajados, una camisa blanca que transparentaba sus pezones y unos zapatos negros. Se aplicó brillo en los labios carnosos y un poco de sombra en sus ojos, para resaltarlos más.

Mientras se arreglaba el pelo, el timbre sonó, agarró su chaqueta y su celular para salir. Cuando abrió se quedó asombrado con la belleza del detective Park, quien también lo miraba embelesado con lo ardiente que se veía su menor.

-Kook, ¿ya estás listo?-Jeongguk estaba atragantado con sus palabras pero alcanzó a asentir mientras el mayor reía y se volteaba para ir al ascensor. Jimin pulsó el botón y, mientras esperaban que llegara, comenzó a analizar a Jeon de arriba a abajo. La camisa que llevaba no dejaba nada a la imaginación y el pantalón ajustado que llevaba resaltaba su trasero respingón que lo tenía babeando desde hace meses.

Jeongguk se sonrojó hasta las orejas por el atrevimiento de su mayor, pero igualmente quiso romper el hielo- ¿Qué pasa hyung?¿Te gusta lo que ves?-Por dentro quería morirse porque quizá el mayor ni siquiera era gay o no se sentía atraído por él.

Jimin se sonrojó igual por haber sido atrapado en plena inspección pero igual siguió su coqueteo- Si Kook, ¿desde cuándo tenes ese trasero? Antes no lo había visto.

Por suerte para el menor, el ascensor llegó y había gente que también bajaba, así que la conversación no continuó. Salieron del edificio y fueron hasta el auto de Jimin.

El detective [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora