Cuando te conocí...

Capitulo 1: Nueva oportunidad

*narra María*

Otra vez...otra vez estoy flotando en este mar de sensaciones, cada una distinta y dolorosa, cada recuerdo oprimido por años en mi cabeza, parecía querer salir de mi y no volver jamás, signos de que tal vez allá mas que sangre en mis manos, tal vez allá algún sentimiento más profundo y a la vez más reconfortante para mi estado, tal vez...allá afuera...allá alguien que me espero por muchos años a que yo me diera cuenta.

Otra vez me encontraba siendo totalmente derrotada por las mismas personas de siempre, al parecer no entendían que con matarme solo aumentaban las ganas de querer separar a todos de sus seres queridos, otra vez caí a los pies de la peor persona que me pudo tocar discutir, pero esta vez había sido diferente a las demás, esta vez me había matado su madre, o yo quien mierdas fue quien apareció de la nada y me asesino, JODER! Es que de verdad ni se para que lo intento si de todos modos terminan matándome siempre.

Ahora me encontraba en la frontera, a la 2 dimensión, a esa a la cual nosotros le decimos "la muerte"para algunos, incluyéndome, es la 2da dimensión. Aquí vienen los muertos o personas que pueden viajar en las distintas dimensiones, como sea, ahora me encontraba parada en medio de la inmensa nada, todo el territorio de puro blanco pintaba cada pequeña parte de ese lugar, todo absolutamente todo estaba coloreado con un blanco puro.

-definitivamente no es mi día...-suspire mientras caminaba en todo el espacio que había, rogando que lo encontrara en cualquier momento, a ese ser arrogante al cual todos de aquí le temían, todos excepto yo.

Caminaba por todo el espacio tratando de no perderme, pero AGHHH JODER todo este blanco ya me empieza a molestar

Por fin lo encontré, como siempre en los lugares más alejados para los novatos, de suerte ya me conocía y yo a el.

-creí que no volvería a verte aquí-dijo sin apartar la vista- pero como siempre dices que lo lograras y siempre terminas aquí no me extraña demasiado

Le di una pequeña palmada en la espalda por su comentario, aunque sabía que era cierto no necesito que alguien me diga lo obvio.

-cállate, además ahora si...-fui interrumpida

-¿ahora si lo lograras? ¿Eso ibas a decir?- maldito

-agh, como te odio-dije asiendo una mueca de disgusto

-el sentimiento es mutuo querida amiga- será cabron el tipo-cuando entenderás que esa no es la forma de conseguir lo que quieres

-pero miren nada más-dije sorprendida por su respuesta-el rey de la dimensión de los muertos siendo humilde y dando consejos para evitar la muerte, creo que preferiría que te callaras y me dejes a mi seguir con mi forma de matar.

-solo trato de decir que podrías aunque sea rendirte y poder descansar en paz, como corresponde, porque siempre que lo haces terminas dañándote a ti misma, ¿no tienes compasión?-dijo en un tono suave y calmado, como tratando de hacerme entrar en razón.

-¿compasión? JA no se que es esa palabra, ¿de qué hablas? No existe tal fuerza como...ehhg el amor o algo.-

-¿como estas tan segura?¿alguna vez sentiste lo que es perder a alguien?- esas palabras hicieron que mi expresión cambiara a una de tristeza, sentí como si mi alma se partiera al recordar a mi madre.

-si-dije con voz quebrada tratando de contener las lagrimas que poco a poco se acumulaban.

-repito, ¿alguna vez sentiste lo que es perder a alguien? entiendo que perder a tu madre fue muy duro para ti pero...aun así después de que te enteraras no te afecto en nada ¿o si?-no puedo creer lo que dice, yo sufrí mucho por la pérdida de esa persona a la cual quería más que a nada en el mundo.