Las Escondidas~

Capitulo 1 ~el inicio de una pesadilla~

Era un lunes normal no había nada fuera de costumbre, de repente mire mi reloj, y ya era tarde, me levanté,me preparé y corrí, el tiempo no me daba para desayunar a si que agarre un pan tostado y empecé a correr.
Cuando estaba corriendo en la calle escucho un grito desde lejos, ~¡Mauro! Me di la vuelta y veo que es mi amiga Oriana, con gusto la saludo y vamos juntos al colegio.
Al llegar vi a mi amigo Santiago esperándonos, entramos juntos,pero en vez de hallar el paisaje aburrido de siempre, encontramos un lugar desolado,triste,y sombrío, avanzamos nerviosos, y vimos a un joven, no lo conocía pero parecía de unos 17 años era de la parte técnica el asustado vino junto a nosotros.
El parecía casi muerto no tenía buena pinta apenas gateaba y soltó un solo susurro ~corran~ esa fue su última palabra, el ya no estaba con nosotros.
Antes de lamentarnos escuchamos unos gritos seguidos de un sonido de motosierra les dije a Oriana y Santiago: ¡escóndanse! Fuimos en un salón y nos escondimos debajo de un escritorio y tapamos nuestras bocas para no hacer ruido.
Escuchábamos pasos se estaba acercando mirando debajo del escritorio vimos unos zapatos desgastados estaban pintados de un rojo sangre .....
El sentimiento de terror subía y subía hasta ser como una pesadilla, de un segundo para otro esa cosa se fue.
Apenas podíamos creer lo que acababa de pasar estábamos en shock, de repente me puse recto y fui a la puerta saque un poco la cabeza y lo vi.
Era un hombre aproximadamente unos 2 metros, era enorme no lo podía creer tenia los ojos rojos sangre y una máscara de un cerdo alado de el tenia una motosierra llena de sangre.
El no se movía estaba ahí parado lo único que se me ocurrió fue agarrar una tiza y lanzarla lejos para distraerlo.
Y eso hice lanze lejos la tiza hacia el comedor en ese momento les dije a mis amigos corran cuanto cuente hasta 3
1.2.3 ¡ahora! El sentimiento era intenso subía subía y subía era pura adrenalina una vez llegamos a las puertas de la salida, en ese momento sentí que cualquier pizca de esperanza habían desaparecido....
Las puertas estaban cerradas, sentía que todo estaba acabado. De repente santiago se levantó y dijo no, no voy a morir aquí y dijo que debíamos buscar otra salida, le hicimos caso y rrecorrimos el colegio cuando de repente ,escuchamos nuevamente esos malditos pasos, fuimos corriendo a los casilleros en donde nos escondimos uno en cada uno el andaba y revisaba cada casillero, pero cuando iba a abrir el casillero de Oriana me armé de valor y salí.
El al verme dejó el casillero y empezó a perseguirme.
grité desde lejos nos encontraremos pronto ,no se preocupen estaré bien.