Parte 14

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Rose: Yo... Yo... vi la puerta abierta y entre a curiosear.

Pr.Jones: ¿Sabe usted que hay un refrán que dice que la curiosidad mató al gato? Dígame que estaba haciendo.

No sé qué decir... De repente veo que se fija en mi jersey y en mi mano que sostengo los pañuelos húmedos y posteriormente se fija otra vez en mi rostro. Cuando lo hace su expresión cambia, percibo que está algo más relajada y se acerca un poco a mí.

Pr. Jones: ¿Le ocurre algo señorita?

Rose: No...no es nada.

Otra lágrima vuelve a bajar bañando mi rostro, está vez por los nervios de la situación. ¿Me hecharán de la Universidad por estar en una zona restringida?

Pr. Jones: También es mi deber como profesor velar por el bienestar de mis alumnos. Y no me creo que esté escondiéndose en este sitio si no le ocurre nada, y sobre todo si está llorando...

Percibo en su voz algo de ternura y compasión. Y me empuja a decirle la verdad, bueno, a medias...

Rose: Necesitaba desahogarme y he visto la puerta abierta y me ha parecido el sitio perfecto.

Pr. Jones: Pues menos mal que he llegado porque el candado estaba cerrado otra vez.

Me pongo la mano como en señal de sorpresa.

Pr. Jones: Bueno y ahora digame que le ocurre ¿problemas en las clases? ¿Con los compañeros? ¿Familiares? ¿Con su novio?

Cuando dice novio levanta una ceja y sonríe.
En verdad me pasa un poco de todo, pero lo que más me duele es que últimamente me estoy sintiendo sola ... no puedo evitar que otra lágrima baje por mi mejilla.

Pr. Jones: ¿Sabés? Yo también me sentí solo cuando vine a esta universidad y cuando necesitaba evadirme de todo me iba a la biblioteca al pasillo de Historia...

El profesor se ríe.

Pr. Jones: Alguna vez me he quedado encerrado en la biblioteca, y también venia la bibliotecaria a regañarme por estar sentado allí en el suelo.

Me pongo la mano en la boca de ver su similitud conmigo y el porque el otro día me ayudó a levantarme del suelo de la biblioteca. Él se percata de mi asombro y sigue sonriendo.

Pr.Jones: Casualidades de la vida, creo que ese pasillo le gusta a usted también tanto como a mi me gustaba en su tiempo, aún suelo ir por allí y la he visto algunos días sentada pero no he querido molestarla.

Jamás me hubiese imaginado que el Profesor y yo compartiríamos algo en común. Veo que su sonrisa desaparece y vuelve a ponerse serio, pero esta vez, está más amable y su voz es más dulce.

Pr. Jones: Cuéntame lo que sea, te escucho.

Creo que más o menos entiende lo que me puede pasar, al decir que se encontraba sólo.

Rose: Bueno, yo sólo me he acordado de mis padres, ellos murieron en un accidente de tráfico cuando yo era pequeña y hoy justo he soñado con mi madre y los tengo más presentes, aparte me he peleado con mi amiga, de las pocas personas que tengo desde que estoy aquí.

Decido no decir nada más o podría liarla, me he abierto demasiado y le he contado al profesor cosas demasiado íntimas. Mis ojos otra vez vuelven a estar empañados. Entonces el profesor se acerca y se saca un pañuelo de tela de su bolsillo y me lo da. Lo cojo y me seco las lágrimas y percibo que huele a él, a cítricos y madera.

Veo que me mira preocupado y coge su mano y me la pone encima del hombro.

Pr. Jones: Si necesitas hablar o tienes cualquier otro problema por favor comunicate conmigo.

No puedo mirarlo a los ojos, estoy derrumbada delante de la persona que más respeto y admiración tengo. Entonces su mano pasa de su hombro a mi mentón y me obliga a mirarlo.

Pr. Jones: Mireme. Mis padres tampoco están conmigo y te entiendo perfectamente, por eso ... no puedo verte así...

Lo dice con una voz súper dulce y tierna, que me obliga a mirarle a la cara para ver su reacción, está intranquilo, pero a la vez noto un afecto y una suavidad que jamás había visto al profesor. Su presencia consigue aliviarme. Pero dura poco porque enseguida posa su mano caliente en mi mejilla y me limpia las lágrimas con un tacto increíble. Me inquieta este contacto y él parece arrepentirse retirando su mano rápidamente.

Pr. Jones: Mira ya te veo mejor. Ahora vas a ayudarme a buscar unos mapas y así estarás distraída.

Asiento y entonces salimos fuera del baño. En el pasadizo hay apenas unas 4 o 5 cajas así que deben de estar ahí.

Vamos hacia la caja y encuentro los mapas. El profesor los saca.

Pr. Jones: Justo lo que estaba buscando.

Coge uno y lo despliega en la pared.

El profesor me dice que nos dará uno a cada uno y nos servirán para varios trabajos que vamos a realizar

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El profesor me dice que nos dará uno a cada uno y nos servirán para varios trabajos que vamos a realizar. No quiero preguntarle nada más, no quiero que imaginé que me estoy aprovechando de esta cercanía y mucho menos después de contarle mis problemas. Pero si que tengo curiosidad de preguntarle sobre sus expediciones... Le pregunto y el rato se pasa volando, cuando miro la hora me doy cuenta de que me estoy perdiendo una de mis clases, pero no importa porque la clase que estoy recibiendo de mi profesor Jones es mejor que cualquier otra.

Finalmente vemos que ya es tarde.

Pr. Jones: Ya es tarde, debemos irnos.

Él solo puede con los mapas, así que dudo si ayudarlo. Vamos a salir por la puerta pero pienso en que no es conveniente que salgamos juntos del pasadizo.

Rose: Salga usted, yo esperaré unos minutos.

Asiente y se marcha dejándo la reja abierta disimuladamente. Antes de salir me quedo unos minutos contra la pared pensando en todo lo que acaba de pasar, aún me queman el brazo y la mejilla tras el contacto se su mano y no puedo evitar sentir un cosquilleo en mi estómago que hace que se me corté el aire.

Sebastián- Mistery Spell - It is love (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora