Hola a todoos :3 he puesto mucho empeño en este capítulo así que espero que lo disfrutéis.
- ¿Por qué tarda tanto? - Álex jugaba nervioso con los cabellos de su flequillo, enroscándolos en su dedo índice. - Se fue hace más de diez minutos, ni yo tardo tanto. Le ha tenido que pasar algo. - decía mientras caminaba dirección hacia el baño.
-Álex, déjalo que estará ocupado. - escuchó decir a Danny, el cual se encontraba ya en el otro lado del pasillo, pero éste estaba intranquilo, presentía que había ocurrido algo malo y estaba dispuesto a saber que era.
-Por favor que esté bien. - dijo entrelazando ambas manos mientras las agitaba detrás de la puerta roja del baño de chicos. Tomó aire y se decidió a entrar. Estaba paralizado por la escena que se mostraba ante sus ojos, su hermano estaba tornando en un color morado por la asfixia y estaba a punto de perder la conciencia.
Poseído por la rabia, le propinó una buena patada al agresor de Jale que lo mandó por los aires unos centímetros hasta aterrizar en las baldosas negras que conformaban el suelo del aseo. -Te lo avisé. - escupió con odio, y rápidamente fue a socorrer a su hermano.
Una vez liberado del agarré, Jale respiró con fuerza para dejar entrar todo el aire que antes no le había sido posible inhalar. Esto le provocó una fuerte tos que hizo que se llevara la mano al pecho por el dolor. De reojo miraba las manos de aquel gran tipo, congeladas, aunque el hielo estaba empezando a derretirse.
-Tranquilo Jale, no hay prisa. Respira despacio. - dijo mientras abrazaba a su hermano mayor. Este comenzó a acariciar los cabellos del rubio, en un intento por tranquilizarlo. Estuvieron en esa postura alrededor de quince minutos. Cuando por fin Jale consiguió calmarse, Álex le ayudó a ponerse en pie y lo envolvió en sus brazos. - ¿Sabes que me la voy a cargar por saltarme una clase, y por golpear a un alumno no? Pero ha merecido la pena si estas a salvo. - dijo mientras lo abrazaba con más fuerza.
-Soy el mayor, se supone que debo proteger al pequeño. Soy inútil hasta para eso. - dejó escapar una risa amarga que puso los pelos de punta al pelinaranja. Dicho eso comenzó a sollozar e intentó refugiarse en los brazos del menor.
-La próxima vez no tendrás tanta suerte. - dijo el matón poniéndose en pie, dolorido por el golpe que recibió. - Sabía que eras distinto, pero no un monstruo. - sonrió con superioridad y caminó hacia la puerta con una de las manos cubriendo la zona golpeada en un intento por disipar el dolor.
-Repítelo si tienes huevos. - soltó Álex de repente, pero aquel tipo ya se había ido. - Pero este ¿quién se ha creído que es? La próxima vez le pego en la cara. - dijo con ira, Jale al ver la reacción de su hermano comenzó a reír, era extraño que alguien lo enfadara de esa forma.
-Déjalo, ahora debemos ir a la siguiente clase o llegaremos tarde también. - deshizo aquella muestra de afecto que había iniciado su hermano y ambos salieron por la puerta del baño, no sin antes echar un último vistazo a donde antes había estado aquel desagradable alumno.
-En serio piensas pasar a clase. - dijo mientras las yemas de sus dedos recorrían el cuello amoratado de su hermano. -Tienes el cuello negro, la gente va a preguntar. - le advirtió mientras lo miraba con cara de preocupación.
-Es cierto, bastante revuelo he causado hoy. - comentó apenado mientras apartaba suavemente la mano de Álex. - Me voy a casa, con suerte estaré sólo. - dijo cabizbajo, tomó dirección hacia la puerta del centro para luego darse media vuelta. - Me dejo la mochila. - e intentó entrar de nuevo al baño el cuál había sido testigo de la cruel escena que había tenido lugar minutos antes.
-No te preocupes, yo te la llevo luego. - lo tranquilizó Álex colocando una mano en su hombro. Jale asintió con la cabeza, y reanudó su camino de vuelta a casa. El hecho de faltar a algunas clases no iba a causar mayor problema en sus notas, si hubiera sido Álex sería otra historia.
ESTÁS LEYENDO
Academia de Héroes: Descongelando La Rebelión [Editando y terminando]
FantasyAcompaña a Jale, un chico que debe afrontar el duro destino que le espera. A través de la superación y el esfuerzo deberá enfrentar innumerables peligros, pero no estará solo, contará con la ayuda de valiosos aliados, y quizás con el apoyo de algo a...