"Querido padre...
A veces, es difícil saber como actuar como otros esperan que actúes.
Y es más difícil aún cuando todos están convencidos de que eres algo que obviamente no eres.
Por raro que parezca, hablo de género.
Cometí el atrevimiento de hacerme pasar por un chico tan solo para entrar en esta prestigiosa escuela de música, dormir junto a un mujeriego, y que solo este supiera mi verdadera identidad.
Para colmo de males, hace una semana comencé una relación con él.
Sé que mi beca está en juego.
Sé que mi honor está en juego.
Pero aún así, me agrada estar aquí.
A menos, hasta ayer por la noche...
Era tarde y hacía frío. Me tapé lo más que pude con la delgada sábana que me cubría y poco a poco, sentí un calor que venía de un origen desconocido.
Era tan placentero que no tardé mucho en adormilarme.
Pero mientras estaba en aquel trance, noté como el calor se acercaba a mi cada vez más y más...Pronto me di cuenta de que aquel rubio estaba sobre mi.
"Tranquila mi querida Ren, no pasa nada, no haré nada que no te guste ~ "
Me alarmé pero no me moví, el calor en mi interior aumentó, y mi visión se nubló completamente.
Noté la aceleración de mi corazón y sentí una fuerte presión en aquella parte baja que durante años protegí.
Por unos instantes, sentí un ligero pero intenso placer, pero cuando me di cuenta que entraba en mi...
- No... ¡NO!
Grité como si no hubiera un mañana, temblando y logrando despertar de golpe de aquel extraño sueño
Para mi fortuna era de mañana y un muy alarmado Mozart se levantaba, también de golpe y gritando a la par.
Al parecer, ambos habíamos tenido una pesadilla al mismo tiempo.
Es solo que la suya era un tanto... peculiar.
- ¡ALEJATE DE MI, SALIERI!
- ¿Salieri?
- Argh, si. Es la tercera vez que sueño que ese bastardo me mata.
- ¿Ya ha pasado?
- Si. La primera vez fue durante un terremoto, la segunda vez me ahorcaba con una corbata y esta vez soñé que me envenenaba, de todos modos lo tomaré como una premonición. ¿Y tú?
- ¿Ah?
- ¿Por qué gritaste? ¿Qué soñaste?
- P-Pues yo...
He de admitir que tenía miedo, Wolferl era una caja de sorpresas y más cuando en el tema sexual se refiere, así que decidí mentirle por mi propia seguridad.
- Sonará raro, pero soñé que Wagner tiraba a Haydn de un precipicio por molestarlo durante una de sus presentaciones.
- ¿Wagner matando a Haydn? Bueno, me lo esperaría, interrumpirle mientras dirige una de sus óperas es casi un suicidio.
El resto del día sucedió con total normalidad, mas los fantasmas de aquel extraño sueño seguían retumbando en mi interior.
Si fue tan malo, ¿Por qué no hice nada por impedirlo? ¿Será que ya estoy lista?
Para aplacar mis dudas, decidí preguntarle a uno de mis compañeros.
Terminada la lección, me encaminé hasta su sito...
- Frédéric, ¿Podemos hablar?
- Ahm, claro Rentarou, dime, ¿Qué pasa?
- B-Bien, esto sonará raro p-pero hay rumores de t-tu antes de llegar a M-Melite tenías una pareja...
- ¿Como lo sab-?... Oh, bueno, supongo que Liszt debió hablar de más. Pues... si, es cierto.
- Liszt m-menciono también que, b-bueno... ¡N-No quiero que me veas como si fuera Mozart p-porque no soy como él pero d-de verdad tengo bastantes dudas s-sobre ese aspecto y preguntarle l-las cosas a él s-solo empeoraría mi condición!
- Oh vaya, que tragedia, ¿No crees? En fin, supongo que puedo... ahm... describirte un par de cosas. Ahem, mira, en ese aspecto las chicas son como una delicada flor, es preciso ir con calma, quitarle los pétalos uno a uno, con cuidado de no dañarla, tan solo así podrás polinizarla. ¿Me entiendes?
- A-Algo así, gracias.
- De nada, y por favor, mantén el secreto. Más tarde le diré a Liszt que cierre la boca.
Fue mi error el haber olvidado por completo que ahora todos me veían como un hombre. Confundida, me pregunté a mi misma: ¿Ahora de quién busco consejo?
¿Bach? No, no tiene experiencia, aparte es muy técnico, la última vez le pregunté algo sobre la velocidad de un instrumento y me terminó hablando sobre la velocidad de un caballo.
¿Beethoven? Podría, pero no quiero tener un accidente como la otra vez que se tiró por la ventana.
¿Liszt? No dudo que no haya tenido experiencia, pero personalmente, me da miedo.
¿Tchaikovsky? Bueno, el chico es un fetichista, quizás me esté arriesgando un poco, pero...
Bien, está decidido, iré con él.
- ¿Hmm...? ¿Quién toca a mi puerta?
- Tchaiko... ¡Soy yo, Taki Rentarou!
- ¡Ah, amigo Ren! Pasa, sé bienvenido~ Dime, ¿Qué te trae por aquí?
- Quiero hablar contigo de hombre a hombre.
Esto me debería de dar un poco más de confianza.
- ¿Ah si? Dime, ¿Qué pasa, mi débil y tierno amigo? ~
O tal vez no...
- Q-Quisiera p-preguntarte s-si t-tu...
- ¿Si...?
- A-Alguna vez has t-tenido...
- Oh, ya veo. Así que por ahí van los tiros. Lamento decepcionarte pero no, no tengo experiencia alguna. Sin embargo sé como lo haría, como sería la persona y especialmente sé que estoy listo.
- ¡Eso! Q-Quiero decir, e-es justo eso l-lo que quería saber...
- ¿Qué si estoy listo para un encuentro sexual?
- ¡¿Qué?! ¡N-NO! M-Me refería a como diantes sabes que estás l-listo si no tienes experiencia en ese ámbito aún...
- Simple, ¿Ves esta lata de refresco? Si la agito mucho, es decir, si le doy muchas vueltas al asunto la presión hará que sencillamente explote, eliminando todo el gas y por ende, toda la diversión.Sin embargo, si simplemente la dejo reposar, las burbujas se calmaran dentro de la lata y el gas no será expulsado, la diversión se mantiene latente, así como la libido.
- Parecido al gas de un globo de helio
- Exactamente. En mi caso, será cuando tenga que llegar, pero apenas vea la oportunidad, no duraré en utilizarla.
- Entiendo...
- Oportunidad que, por cierto, puedo ver que ha llegado.
Se me acercó de golpe, inclinándose ligeramente sobre el sofá, acariciando mi mejilla y casi acorralándome con su cuerpo, empezó a hablar en un siniestro tono seductor...
- Oh mi querido Rentarou, eres tan frágil como una ligera copa de vino...
Para mi suerte o desgracia, Mozart llegó a la escena, casi rompiendo la puerta en el acto.
- ¡HE VENIDO A SALVARTE, TAKI RENTA-! Ou.
- Hmpf, hola Mozart.
- Tchaikovsky, ¿Se puede saber que pretendías hacer?
- Hablar, ¿Qué no es obvio? Solo le resolví unas cuantas dudas.
- ¿Hablar? ¿Dudas? ¿De qué esta hablando?
- No es nada...
- Tan solo que el pequeño muchacho parece que ya se encuentra en "aquella etapa".
- En serio, ¿Rentarou te preguntó a ti y a Chopin antes de preguntármelo?
- ¡¿Cómo diant-?!
- ¡¿Cómo crees que llegué hasta aquí?! Chopin me advirtió.
Al parecer Liszt no es el único que debería cerrar la boca...
De todas formas, no tuve más remedio que darle una explicación fugaz a mi compañero antes de regresar a nuestro cuarto y encerrarme por las próximas dos horas.
Y ahora mismo estoy escribiéndote esta carta, padre."
- ¡AH, DEMONIOS! ¡NO PUEDO MANDAR ESTO!
- Cariño, ¿Por qué gritas?
- ¡¿DESDE CUANDO ESTÁS DETRÁS DE LA PUERTA?!
- Desde los últimos 15 minutos, lees en voz alta.
- Lo sé, pero esta vez, esta carta...
- Sh, tranquila. Mira, entiendo que tengas algo de miedo conmigo pero comprende, por favor, yo nunca te ultrajaría sin tu mero consentimiento.
Si bien yo flirteaba contigo antes de que me declarara, ten por seguro que no fue por tu cuerpo.
Fue por algo más, es todo, si tuviste aquellas dudas, pudiste haber confiado en mi en vez de otros.
El ver que no confías en mi... me duele un poco.
- Yo no tenía idea de esta faceta tuya, Wolferl.
- Podré ser excéntrico, pero también tengo sentimientos. Si no te sientes lista, yo comprendo.
- Ahora que lo dices... fui un poco tonta el no haberte dicho eso. Me descontrolé por el pánico del momento. Y ahora todos saben que yo quiero saber cosas de aquel ámbito...
- Eso ya quedó en el pasado. Melite suele ser así, dales a todos una semana y se olvidarán de todo este asunto, ¿Si?
- Si, supongo que tienes razón
- Ahora ¿Me permites acomodar esta carta?
- ¿Ah?
- Es algo larga, no le puedes decir a tu padre sobre este tipo de aventuras, debes ser más directa a veces, querida Ren.
"Querido padre...
A veces, es difícil saber como actuar como otros esperan que actúes.
Y es más difícil aún cuando todos están convencidos de que eres algo que obviamente no eres.
Pero también es difícil el no aprender de los errores que cometes.
Hoy aprendí lo importante que es confiar en las personas que amas.
Sea cual sea su pasado, lo que importa es el presente.
Las personas cambian, para bien o para mal, algunas vienen algunas se van.
Y crecer significa lidiar con este hecho.
Melite es excepcional, alberga a diversas personas con un pasado distinto.
Pero todas coinciden en una cosa: El amor por la música.
Y para aprender a amar, es necesario primero aprender a confiar.
Confía en tus sentimientos, confía en la música.
Confía y déjate llevar por lo que amas.
Con amor, Taki Rentaro"
YOU ARE READING
Confía en los que más amas (Classi9)
Short StoryTaki Rentaro tiene un sueño un tanto... peculiar, y decide hablar con demás miembros de la clase S* para aclarar sus dudas ATENCIÓN: Contiene "lemon" muy implícito