Nota de la autora: Sé que más de un personaje deben tener pesadillas y traumas varios, pero me quise centrar en Jonathan en esta obra (y un poquito en Eleven), ya que siento que merece más apreciación y siento que no hay suficientes fics enfocados en él. Además de que es mi personaje favorito :B
Además, vamos a ignorar el hecho, al menos en este fanfic, de que los golpes que recibió Jonathan en la espalda (en especial aquel con una silla METÁLICA) no debieron haberle permitido levantarse y seguir caminando sanamente. Así que de paso, lo siento por las inexactitudes médicas ¯ \ _ (ツ) _ / ¯
No puedo ser la única que se asustó cuando el pobre recibió ese golpe certero con la silla que sonó horrible :(
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Que lo llamasen un hipócrita, no le importaba.
"Nancy, ¡te lanzaron dos veces contra la pared!, luchaste tan bien todo el tiempo, por favor, por favor tienes que dejar que te revisen. ¡Por favor!, ¡necesito que estés bien!" le había dicho mientras tenía una de sus manos en el rostro de ella, la otra sujetándole fuertemente la mano, mirando a esos preciosos ojos azules que había visto durante el último año prácticamente todos los días.
Él sabía que ella no estaba bien, se había sentido aterrado en el momento en que Tom y Bruce los habían emboscado en el Hospital, pero no dudaba que en el momento que había sentido peor fue cuando vio a esa...cosa, esa horrible criatura que había acorralado a Nancy, lejos de donde la podía ayudar. Ese monstruo la había lastimado, la había estrellado contra la pared no una, sino dos veces. Y eso, era sólo de lo que él se había enterado.
Era más importante que ella estuviera bien, a que perdieran el tiempo con él, más aun teniendo a tantas personas a quien atender. Además, una parte de él no lo dejaba olvidar que cualquier servicio que presentará la atención médica, tendría un costo y en este momento su condición económica no contaba con los recursos para atenderlo. Nancy tenía un seguro médico, ella estaría bien.
Su madre siempre había tenido un corazón demasiado grande, demasiado fuerte, demasiado abierto. Cada vez que alguno de los amigos de Will iban a casa, los trataba con el mismo respeto con les trataba a sus propios hijos. Todavía recordaba aquella imagen, hace casi dos años había recibido a Eleven cuando habían logrado crear la cámara de privación sensorial y la pobre niña había salido de aquel trance, aterrada y llorando. Su madre no había dudado ni un segundo en aferrarse a Eleven y abrazarla como sólo una madre lo haría. Siempre...feroz, siempre dispuesta.
Su madre estaba bien, estaba viva. Cuando había visto que iba a tener que ayudar a Hopper para que el plan se llevara a cabo, no quería dejarla ir. ¿Qué pasaría si no volvía?. No sería justo para su hermano tener que perderla después de todo lo que había tenido que pasar. Pero sabía que las cosas no iban a ser de otra manera, y Nancy y él habían sido en ese momento los responsables de cuidar todo el grupo de adolescentes y niños que estaban involucrados ahí. Algo de lo que más le había dado fuerza para dejarla ir era que Hopper iba estar con ella, sabía que el policía evitaría que le pasara algo malo. Cuando había subido la mirada para ver a su hermano correr lejos de la ambulancia, no lo había entendido hasta que vio los ojos de su mamá.
Y es que no era a ninguno de sus hijos a quien veía Joyce en ese momento mientras lloraba.
Los ojos de Jonathan se abrieron como platos cuando su cerebro hizo click y conectó los puntos. Su madre sabía que sus hijos estaban vivos.
Mierda...
Sabía que, así como Hopper se había asegurado de que su madre regresara a salvo, también haría lo que sea para que su niña pudiera vivir y seguir experimentando la felicidad de la libertad.
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Poderes
FanfictionDesde los 5 años Jonathan se había propuesto nunca parecerse, ni siquiera un poco, a su padre y jamás lastimar intencionalmente e injustamente a alguien como su padre lo había hecho con él. No se dio cuenta de que cada día se parecía un poco más a s...