Jae jamás había pensado en lo difícil que es criar un hijo... Y lo más irónico es que ni siquiera era su hijo y que él no tenía que criarlo.
Pero hablando seriamente, Jae veía a Brian y se sentía sorprendido. El hombre se multiplicaba para hacerlo todo y a pesar de su cansancio, lo hacía bien.
Su mente era un enigma para Jae, quien estaba convencido de que su novio debía tener una agenda en la cabeza o algo así, pues nada se le olvidaba: horarios y tareas de Jisung, junta de padres, recibos, el servicio del auto, la lista de víveres del supermercado, sus propias tareas como docente, cita con el pediatra, la ropa de la tintorería, a veces hasta le recordaba a Jae que tenía que llamar a su madre porque era lunes y la señora Park esperaba llamada de su hijo ese día en específico.
Brian nunca dejaba de sorprenderlo y eso enamoraba constantemente al argentino; sin embargo, ser tan sorprendente y perfecto no era tarea fácil, el hombre se volvería loco si seguía a ese ritmo, y el trabajo de Jae era precisamente cuidar de la integridad de su amado novio.
"BriBri, por favor, solo quiero tener una noche romántica contigo. La hemos planeado desde hace semanas."
"Lo sé, Jae y perdóname pero hoy no se va a poder."
Brian se veía tan cansado, sus ojeras ya eran muy notorias y Jae sabía que también estaba adolorido, pues cada noche le pedía ayuda para ponerse un analgésico sobre la espalda. Tanto estrés y trabajo se estaban cobrando con su novio y Jae quería hacer algo lindo por él.
Le había llamado a Nayeon, la hija de 16 años de sus vecinos, para que cuidara a Jisung por un par de horas mientras él llevaba a su adorado novio a una linda cena en el restaurante de comida tailandesa por el que Brian suspiraba.
Todo sería estupendo, comerían y pasearían tomados de la mano, quizá se besarían bajo la luz de la luna como en esas películas clichés que criticaban todo el tiempo y sería una velada romántica soñada... O al menos así habría sido, pero Jisung tuvo que enfermarse.
Jae estaba enojado con el niño por enfermar justo esa noche, es decir, habiendo 365 días en el año, ¿Tuvo que escoger justo esa noche especial para llenarse de mocos y arder en fiebre? Era como si lo hubiera hecho a propósito.
Aún así, el argentino sabía que estaba mal molestarse con la ardilla, pues siendo objetivos, Jisung se había enfermado por culpa de Jae.
No era como que lo hubiera metido al refrigerador por horas para que enfermara, pero el fin de semana anterior, Jae compró un aspersor para el jardín que prometía regar las plantas y el pasto hasta la raíz en menos de 15 minutos, lo cual sonaba realmente tentador.
Brian solo permitió que Jisung ayudara en las labores de jardinería si utilizaba sus botas de goma y un impermeable que lo cubriera por completo. Honestamente el plan había funcionado muy bien hasta que Jaehyung comenzó a instalar el aspersor en el centro del jardín y de hecho ambos se pusieron a jugar bajo los chorros de agua del pequeño artefacto. Fue tan divertido, Jisung reía mucho mientras corría con las botas de goma llenas de agua hasta los tobillos intentando escapar de Jae, quién solo le gritaba entre risas "no le digas a tu padre".
Brian no se había enterado de la razón real por la que su hijo estaba en esas condiciones, pues Jisung protegió a Jae diciéndole a su padre que se había contagiado de un chico con gripe de su clase.
Así que sí, Jae le debía mucho a esa ardilla y no podía molestarse con él.
Pero a pesar de su gratitud hacia el niño, no estaba bien que la única noche que Brian había logrado dejar libre para poder relajarse y atender a la cita con su novio, tuviera que pasarla en casa cambiándole paños húmedos de la frente a su pequeño de 9 años y calentando sopa de pollo para que mejorara.
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Hero's Soup ~Jaehyungparkian + BangHan
Fanfic"Sabes que puedes confiar en mí, ¿Verdad, ardillita?" Jisung bajó la mirada claramente apenado por el apodo pero con una pequeña sonrisa de diversión y respondió "Si, papá." "Y sabes también que se lo puedes contar todo a tu exageradamente atractivo...