No deberías de juntarte demasiado conmigo. No quiero que dejes de ser lo que eres por mi culpa. Solo no digas que no te lo advertí.
Eres como esos chihuahuas territoriales y agresivos que sus amenazas logran calmar pero por risa, no por intimidación.
Eres una persona muy delicada. Pero no enferma, si no sana. Se que tipo de persona eres, se te nota a lo lejos.
Chale, creo que sí estoy grave. Extraño más tus besos que tu cuerpo. Extraño más cuidarte que poseerte.
Eres mi reina, mi tirana, me das tanta ternura. Eres un chihuahua en cólera.
Madres, eres el tipo de mujer que la vez y solo te dan ganas de cuidarla. De qué no le pase nada.
Que astuta eres, no te pueden lastimar los chicos malos, si enamoras a uno de ellos.
Mi jirafa, como dice la canción vamos por nuestra sopa de amapolas. De cucharita, con nuestras rolitas.
Si de por sí me gustas y luego escuchamos a lo mismo. Me traes embobado.
Yo ya no era así, supongo que te debo las gracias. Pero eres tan inocente que ni siquiera sabes de qué hablo. No lo has vivido, y no pienso pudrirte la mente, que lo haga otro.
Niña de casa, de las que ya no abundan, sigues a tus padres a rajatabla. No te lo dicen pero el tipo de persona que trae paz, tranquilidad y serenidad. De esas por las que dejas las malas costumbres.