Quisiera poder llegar a una conclusión, terminar con esta duda, que me carcome desde hace ya bastante tiempo, pero mientras más pienso en una respuesta, van surgiendo preguntas que se hacen cada vez más confusas, y recorriendo mi mente, solo puedo darme cuenta, de que he estado vagando sin rumbo, en mis propios pensamientos, esperando a encontrar alguna solución, que termine con mi tristeza.
Poco a poco, distintos cuestionamientos, se han cruzado por mi cabeza, cada uno, volviendo a reiniciar mi pregunta inicial, pero con más fuerza, aquella pregunta, la cual ha estado presente desde hace varios ayeres, es, ¿será posible un verdadero amor?, después de todo, acaso no se supone, que cuando se está influido por este tipo de sentimiento, aquellos males que aquejan nuestra persona, deberían verse acortados, por medio de una felicidad desbordante.
Pero en lugar de eso, en estos momentos, en mis adentros, no puedo sentir otra cosa, que no sea una profunda decepción, una angustiosa tristeza, o un dolor desbordante, que logra recorrer todo mi cuerpo, cada vez que se posa sobre mis pensamientos, algún recuerdo perdido, de aquellos días, cuando consideraba al amor, un sentimiento puro, y hermoso, el cual solamente, podía describirlo, con un sin número de palabras expresando lo glorioso que podía llegar a tornarse.
Pensándolo de esa manera, es curioso, como de un simple momento a otro, algo que consideraba indispensable para poder vivir, se ha convertido ahora, en solo un conjunto, de momentos trágicos, bajo los cuales, toda añoranza de felicidad, ha quedado completamente descartada, como es posible, que algo que puede conllevar a sentimientos que llenen a una persona, de dicha y regocijo, se convierta en algo, capaz de hacerle desear a esa misma persona, el no haberlo sentido nunca dentro de su ser.
Viéndolo desde esa perspectiva, se podría todavía afirmar, ¿Qué existe el verdadero amor?, cuando solamente hace falta un instante, para poder terminar con tantos momentos hermosos, un simple error, que podría ser algo accidental, pero que para la otra persona, termina siendo el factor detonante, para dar por concluida esta etapa, y lanzar hacia el vacío, lo que pudieron haber sido, unas pocas semanas, en el mejor de los casos.
Y en el peor, varios años, donde se prometieron más de mil cosas, donde se dijeron más de mil frases para aumentar el gusto entre ambos, donde estuvieron juntos en varias situaciones adversas, pero que, en menos de 1 día, de todas esas promesas, ninguna llegaría a concluirse, siendo encabezada la lista, por una frase, la cual se ha convertido, en algo reglamentario para todas las parejas, que creen amarse con fervor, pero a la vez, tan falsa, “estaremos juntos por siempre”.
Pero, por alguna razón, por más que intento apartar este sentimiento de mi ser, a pesar de que he tratado, de hacerme entender, que es algo que me traerá más desdicha que gozo, y que por muy feliz que pueda llegar a sentirme al comienzo, llegara un punto en el cual, aquella llama que parecía tan viva, y que lograba calentar todo lo que tocaba, se apague abruptamente, dejando solamente, unas cuantas cenizas, que serán llevadas por el viento, hacia un destino incierto.
No he logrado ningún avance, por más que pregone que estas emociones son falsas por proyectar un panorama, tan maravilloso, que luego se tornara sombrío y engañoso, sigo teniendo presente en mis pensamientos, que tal vez esto, sea un ciclo, que se debe de seguir, como si de una montaña rusa se tratase, teniendo grandes subidas, donde tus ánimos están por lo cielos, para luego, encontrarse con aquellas empinadas y trepidantes caídas, donde te enfrentas a una realidad dolorosa.
Pero que al bajarte, sucede algo, sientes esa sensación, de que a pesar de lo abrupto del trayecto, fue algo que merecía la pena repetir, pero puede que no en esa misma montaña rusa, ya que, tal vez no lograste sentir lo que esperabas ahí, y vas vagando por el parque de diversiones, buscando otra, de la cual, no quieras bajarte, que quisieras estar cada momento del día, dentro de ese asiento, subiendo y bajando, pero que cuando llegara el momento de decir adiós, pudieras hacerlo, con una sonrisa, a pesar de que tus ojos, expresaran otro sentimiento, por las lágrimas que bajaran por tu rostro.
Como si de dos náufragos, que van hacia una misma isla, solamente siendo arrastrados por la corriente, no saben que se encontraran, no tienen idea de cómo reaccionaran al tenerse el uno frente al otro, solamente, querrán encontrar una salida de aquella isla, pero puede, que terminen, encontrando un tesoro, para el cual no hay ningún mapa, y ninguno está enterado de que siquiera existe, pero que puede, que uno de ellos tenga la llave, para poder abrir ese cofre, y darse cuenta, de las grandes riquezas, que contiene su interior.
Es por eso, que todavía queda mucho por recorrer, para poder tomar una decisión, y descifrar por fin, si aquel cuestionamiento, que me ha perseguido por tanto tiempo, tiene alguna respuesta, la cual en verdad pueda comprender, y decir finalmente, ante la luna, la noche, como mis testigos, si realmente, ¿puede existir el verdadero amor?, aunque quien sabe, puede que, solamente haga falta, encontrar a alguien con esta misma interrogante, para poder llegar, a una verdad, que ante distintos ojos, puede variar.