-¡SHAZAM!-
-¡Ok, corte!-. Vociferó el director, y en ese instante todas las cámaras dejaron de grabar-Bien, Asher ¿recuerdas lo que te dije? Cuando grites el "Shazam", debes de...-
Camila miraba con una sonrisa como el ojiverde escuchaba atentamente al director de la película, divertida por las exageradas expresiones que el ojiverde hacía al ser regañado.
Si, Asher se había quedado con el papel de Shazam, más bien con el de "Billy Batson", y este filme ya estaba en proceso de rodaje, habían empezado hace unas semanas.
Ahora en el momento, se encontraban en un set al aire libre, ambientado en una feria. Extras caminaban por todos lados, pero ella solo lo miraba a él, viendo como practicaba sus guiones hablando con el vacío.
En un momento determinado, él se da cuenta de aquella mirada, y la voltea a ver, ambos se sonríen. Asher miró a varios lados, para después camibar hacia ella con discresión.
-Hola-sonríe él.
-Hey-sonrió de vuelta-¿Qué te dijo Davud?-cuestiona, refiriéndose al director de la película.
-Que el "Shazam" debo gritarlo como si de verdad me fuese a transformar en el superhéroe-responde con diversión.
-Pues hazle caso-dice alzando sus cejas con gracia. Él sonrió mirándola, para después acercársele y darle un dulce beso, el cual ella respondió entre una leve risa.
-¡Asher! ¡Deja a tu novia por cinco minutos y ven que ya vamos a empezar!-se oyó a uno de los camarógrafos.
-¡Ya voy!-grita separándose al instante, la vuelve a mirar con algo de prisa-Vengo ahora-habla rápidamente para después irse de la misma forma.
Reyes rió negando con la cabeza viendo como él se preparaba para comenzar a grabar. Apretó sus labios, y, mirando al suelo, soltó una pequeña risa.
El set, como ya se había mencionado antes, era abierto, y cualquiera que pasaba, podía ver lo que estaban grabando. Y alguien sabía muy perfectamente que estaban grabando justo ahí.
Yahí estaba. Finn. Con un gorro de lana sobre su cabeza, una chaqueta negra cubriendo todo su torso y brazos, con sus manos dentro de los bolsillos de esta, y sus marrones ojos fijos en la castaña.
Se encontraba escondido detrás de uno de los árboles que habían alrededor, con su cabeza afuera y su cuerpo asomado levemente.
Miraba a Camila, la miraba con fijez sin apartar sus ojos de ella, notando que había cambiado un poco. Su cabello estaba con más destellos rubio, además de que más corto, mientras que su piel se notaba más tersa, y hasta se veía un poco más alta, incluso sentada en esa silla negra y alta que tenía el nombre de Asher.
Suspiró viéndola. Estaba más hermosa, no lo podía dudar, pero no se atrevía a ir y hablarle, no tenía el suficiente valor. Así que, luego de mirarla unos segundos más, volvió a suspirar, se dio la vuelta, y se fue de ahí.
Ahora caminaba por la calle, más bien por la cera de esta, para ser exactos. Se movía con la mirada baja, mientras que algunos rebeldes rulos se escapaban del gorro y se posaban en su frente, dándole un misterioso aspecto.
Notaba como algunas personas lo volteaban a mirar, en su mayoría chicas adolescentes. Y si, lo reconocían, pero pocas le pedían fotos, y mucho menos autógrafos. Luego de lo que Millie Bobby Brown le hizo, todas las fans de ella lo odian, y las de él, bueno, algunas dejaron de serlo, y otras se obsesionaron más con él, por razones que no muchos comprenden.
Se adentró en un café, para después sentarse en una de las mesas, en donde había una chica castaña sentada. Esta bajó el menú que leía, y alzó sus ojos hacia él, una sonrisa nació en los labios de la chica.
